Sin duda alguna, el cambio que vendrá para México es inevitable, a solo dos semanas de que se celebren las elecciones, ya se percibe un ambiente de cambio por donde se le vea, y cuando se habla de política esta no se entiende sin el poder de la percepción, misma que desde cualquier trinchera le da la ventaja a Andrés Manuel, desde el periódico local más insignificante, hasta los grandes periódicos como El País, El NYT, y ni se diga de todos los medios de comunicación comprados o no comprados, todos coinciden de la ventaja a mayor o menor diferencia con respecto de los demás contendientes. Pero no solo es un cambio presidencial, hay mucho más en juego.

Entonces, ¿realmente Morena y su mesiánico líder ejecutarán el cambio que tanto ha esperado el país? pues no tanto así, pero de manera coyuntural van a ser parte de el. Me explico, es un hecho que el hartazgo social de la gente se concentró en AMLO, pero no porque realmente creyeran en su propuesta, sino porque fue aquel candidato con 12 años de ventaja en campaña que supo canalizar todo ese hartazgo en su discurso, sumado de un excelente marketing político y una interpretación casi perfecta del diagnóstico del malestar mexicano en la política, variables que supo aprovechar muy bien como una oposición vigente.

A esto con o sin el peje, vendría el cambio para México, pero un cambio en el sentido de que la ciudadanía tendría la oportunidad de convertirse en un verdadero protagonista social al tener todos los reflectores en el candidato que quedara, así como de todas las instituciones que de él emanan. El cambio radical que vendrá gradualmente por la política de López Obrador, claro que hará cimbrar a México, pues lamentablemente será la única forma en la que los mexicanos reaccionen y de la mano de la sociedad civil, construyan las condiciones necesarias para que se siga consolidando y fortaleciendo la democracia anhelada, para que en un futuro, no se vuelva a basar en el sentimentalismo y la irracionalidad, como ya pasó en 2012 con EPN y como será el 1 de julio con AMLO.

Este cambio que se viene, se podría ver como un mal necesario, mismo que el tabasqueño tendrá que saber protagonizar de la mejor manera pues las consecuencias de no hacerlo adecuadamente junto con su gabinete, no solamente serían catastróficas para él ante un pueblo timado, sino para todo el país que sufriría los embates de la crisis económica y social que se viene debido a la política incierta y tambaleante que representa Andrés Manuel, alza del dólar, más gasolinazos, más impuestos disfrazados de otros precios, así como la inestabilidad de los empleos ante los movimientos que realicen los empresarios para subsistir en los 6 años que se vienen.

El cambio que tanto se anhelaba se encuentra a la vuelta de la esquina y la nación tendrá que asumir las consecuencias de su democracia frágil y en pañales,  enfrentar la decisión que se tomó en acuerdo mayoritario y aprender a la mala como lo esta acostumbrado el mexicano, en donde solo estando bajo las cuerdas es cuando logra reaccionar, que lástima que tengamos que aprender de esta forma, pero en fin, así es nuestra cultura, mucho tendremos que ir puliendo las nuevas generaciones.

¿Y en Puebla?

Si alguien iba a poder detener la ola obradorista en lo local, sin duda iba a ser la dupla de Moreno Valle y Eduardo Rivera, otra fórmula no hubiera funcionado, ambos están sacando toda su artillería y apostando el todo por el todo, sin medias tintas, al grado de que el PAN ganará la capital y gubernatura solo por una diferencia de 3 o 5 puntos, en otro escenario con distintos candidatos, Morena se hubiera llevado el triunfo en la bolsa, pero no fue así y jamas se volverá a dar otra coyuntura de oleaje lopezobradorista que empuje a cualquier persona a ganar. Así que en Puebla se respirará un embate constante entre la voluntad de Andrés Manuel en lo nacional y el protectorado poblano con Martha Erika y Eduardo Rivera, gran estrategia la del voto diferenciado, les funcionó.

Enhorabuena…

f: /mrojasrojas

t: @micherrojas