Tuve la fortuna de haber vivido muy de cerca las dos últimas elecciones federales donde hubo elección presidencial. En el 2006  fui candidato a diputado federal por el distrito 11 de Puebla del mismo lado de Andrés Manuel López Obrador y  viví en ese año una elección de mucha pasión y fui testigo de aquel fraude que nos hicieron y que evitó a López Obrador ser presidente de México.  Marché hacia Reforma desde Puebla y pernocté en la plancha del Zócalo en la ciudad de México.

En el 2012, conocí lo que fue competir como presidente estatal del PRD también en el mismo lado de López Obrador  y a diferencia del 2006, sentí un ánimo no tan favorable hacia en Tabasqueño. El resultado todos lo sabemos llegó al poder Enrique Peña Nieto con ayuda de las televisoras  y su candidato de telenovela y como consecuencia de ello estamos viviendo el peor  momento de la historia moderna de México. 

México ya no  es el mismo que el del 2006 o 2012, está mucho peor en base a la información del Centro de Investigaciones sobre la Libre Empresa A.C. La inflación anual que en el 2012 era del 3.57% ahora es da casi el doble 6.7%; nuestra moneda se ha devaluado del 2012 al 2017 un 49%. Ha aumentado el porcentaje de los trabajadores que solo ganan  menos de 2 salarios mínimos, antes era del 28.1% ahora es del 32.5% entre 2012 y 2017. La deuda publica subió un 10.3% en solo seis años ya está en el 48% del PIB. Somos de los países más endeudados del mundo. Importamos el 72% de la gasolina que se consume, en el 2012 era del 48% y somos un país petrolero. Tenemos el peor índice de corrupción de la OCDE el lugar 123 de 123 países. Se incrementó el robo de negocios en un 15.7%. El rubro de robo de hidrocarburos se incrementó en un 568.6%, hay 10,363 tomas detectadas. Ya no hablo de secuestros u homicidios culposos están en cifras inimaginables.

 El actual gobierno ha sido un desastre nacional. El nivel de vida de la gran mayoría de los mexicanos es bastante malo.  Esta realidad la ha sabido capitalizar a su favor Andrés Manuel López Obrador y además ha podido generar la esperanza que de llegar él a la presidencia, las cosas en nuestro país van a mejorar en consecuencia. El ánimo de la gente es diferente al que se tenía en 2006 y 2012. En este momento la mayoría de los votantes ya están definidos para salir a votar por el Tabasqueño y no habrá escandalo o debates que modifiquen la intención de su voto. Lo anterior  en base a las encuestas de empresas serias que en promedio le dan 15 puntos arriba del segundo lugar el panista Ricardo Anaya. Después del primer debate que fue un desastre para  Andrés Manuel y solo perdió 2 puntos.  

A mí no me salen las cuentas de cómo le hará, para que en base a lo que nos ha informado de las acciones que realizará en política económica y social para que las cosas mejoren. Y soy un académico de toda la vida en la materia de Finanzas Publicas y los números no me cuadran. Yo creo que lo que  él plantea no es la solución, al revés, se pondrán las cosas peor. Pero hoy más que nunca deseo estar equivocado en mis pronósticos a corto y mediano plazo, ya que si  Andrés Manuel va a ganar y de ser así  los resultados se le dan, mejorarán las cosas para todos los que vivimos en este país, según el Tabasqueño por lo cual,  me irá mejor a mí y te irá mejor a ti. Nos irá mejor a todos.

Lo dudo pero reitero quiero estar equivocado.

En lo estatal las cosas son diferentes, pero de eso me ocuparé en otras colaboraciones.