Los debates organizados por el INE y transmitidos por los medios de comunicación constituyen uno de los ritos más significativos de las campañas electorales, ya que es un requerimiento imprescindible de las democracias actuales. En estas instancias los candidatos pueden dar a conocer sus propuestas e intentar convencer a un gran número de votantes, aprovechando el alto rating que suelen tener estos programas. Y en el pasado debate, sucedió lo que ya se anticipaba, los cuatro candidatos del régimen se lanzaron en contra de AMLO, quedando en evidencia su triste papel de empleados de la llamada “mafia del poder”, por si alguien tenía duda, quedo bien confirmado que no es ficción, es una realidad la existencia del PRIANPRD que tratará de hacer lo que sea con tal de impedir que llegue a la presidencia el candidato de la Coalición “Juntos Haremos Historia”.

El debate también mostró a una derecha unida por defender sus privilegios de clase. Quienes atacaron con calumnias a AMLO se quitaron la máscara de demócratas y dejaron ver lo más vil de sus personalidades con sus desplantes simulados de honestos y preocupados por un país que sufre desigualdad, pobreza, abandono, saqueo, crisis de gobernabilidad y ausencia de seguridad jurídica para la satisfacción de los más elementales derechos de las personas. Y porque los responsables de este escenario de desastre nacional tienen nombre y apellido, son el PRI y sus huestes desprestigiadas por la corrupción e impunidad con la que han desgobernado al país. Otro de los solidarios del PRI es el PAN, mismo que sucumbió en un laberinto de ambición de poder, y se alejó de sus principios doctrinarios que lo caracterizó como oposición de derecha pero con sentido humano y nacionalista. Y como tercer invitado a esta triada maligna, es el PRD, quien pasó de ser una opción desde la concepción de izquierda para realizar triangulaciones, acuerdos y pactos que no se justificaban,  porque los fue alejando de la eventualidad de ser una fuerza progresista que aparentaba en la ficción lo que en la realidad es, un aliado de la derecha neoliberal.

Por otro lado se manifestó en el debate una vez más que MORENA y sus aliados, representados por AMLO como candidato presidencial, es en la actualidad la opción ciudadana, nacionalista y liberal que hoy brinda confianza y esperanza a los electores, porque cuenta con ese respaldo popular que se requiere para avanzar con profunda legitimidad y legalidad Constitucional y social, y desde un real gobierno democrático, emprender la transformación nacional que requerimos. Se tiene en estos momentos la oportunidad de influir en el ánimo y toma de decisiones de nuestros conciudadanos, promoviendo el dialogo y la discusión cívica sobre lo que mejor nos conviene, y resaltan a la vista nuestra propia historia nacional para comprender que los debates son eventos que se suman a las campañas para mejor decidir al momento de votar, y el pueblo ha decido “por ya saben quién”, y así lo demuestran las diversas encuestas que le dan a AMLO más de veinte puntos de diferencia de su más cercano competidor, por lo tanto de lo que se trata en estos cruciales momentos, es de reforzar las estructuras ciudadanas para la defensa del voto, desde las diversas tareas que esto significa, por un lado enfatizar la importancia de lograr una votación masiva por MORENA y sus candidatos y por otro garantizar a los representantes de los partidos de la Coalición que impulsan a AMLO, y que estarán como representantes en las casillas defendiendo la voluntad popular y así evitar las artimañas de quienes históricamente son los autores intelectuales y materiales del fraude electoral.