No hay futuro sin presente

  • Ricardo Velázquez Cruz
Nos falta formar en valores y principios; nos falta educar en legalidad, democracia y ciudadanía.

La identidad nacional se basa en el sentimiento de pertenencia a una colectividad cultural, social, histórica, e incluso política; pertenencia a una Nación; que indudablemente incluye ciertos elementos que al ser cotidianos los hemos vuelto normales, comunes. Hemos perdido la capacidad de asombro ante la violencia, ante los crímenes, ante la desigualdad que ahora, tristemente, nos iguala.

Por un lado, esa desigualdad y falta de identidad nacional hace que exista cada vez más migración; ¿será que los medios de comunicación y las tecnologías han aumentado nuestros conocimientos y nuestra visión, dándonos a conocer la vida en otros países? ¿Los mexicanos que emigran buscan mejores oportunidades de empleo? ¿Buscan reunirse con sus familiares migrantes también? ¿Anhelan mejores estudios? ¿Huyen de la inseguridad pública y la violencia? ¿El Estado ha hecho lo suficiente para que no huyan? ¿Genera las oportunidades necesarias? Yo creo que sociedades e individuos debemos luchar por nuestra independencia, no quedarnos inmóviles antes nuestros sueños; la evolución es parte de la vida. Nuestras creencias, convicciones y tradiciones son nómadas también. Ya lo dijo William Blake “No esperes sino veneno de las aguas estancadas.”

Por otro lado, en cuanto a los mexicanos que no emigran ¿los desastres naturales y catástrofes sociales han hecho que nos identifiquemos con otros? ¿Nuestros principios y valores son cimientos suficientemente fuertes? Asimismo, creo que Estado y sociedad hemos sabido formar ciudadanos reales, con amor, pasión y lealtad a su patria; pero no todos los miembros de la sociedad lo son; aún falta.

Nos falta formar en valores y principios; nos falta educar en legalidad, democracia y ciudadanía; educar en valores: honestidad, libertad, igualdad, no discriminación, honradez, pero sobre todo en hermanad. Si estos hubieran sido nuestros cimientos, la sociedad actual sería otra; pero ahora tenemos la oportunidad de hacerlo con las generaciones venideras, en el sector más vulnerable de nuestra sociedad: los niños; para que comprendan la importancia de vivir en un Estado de Derecho, para que perciban las ventajas de la aplicación de la Ley y las responsabilidades al no hacerlo, así como el funcionamiento de las instituciones, la importancia de la democracia; siendo estos, pilares de una nueva generación. Recordemos que estamos construyendo un futuro, porque no hay futuro sin presente.

Parece que todos estamos cansados, cansados de este mundo que cada vez entra más en conflicto. Tenemos conflictos económicos, políticos, entre otros y de cada uno de ellos debemos obtener una enseñanza. Yo los invito a que sumados formemos un mundo mejor; a que en este presente, que es nuestra responsabilidad, podamos darle a la infancia las bases de crear un mundo mejor, una mejor generación.

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Ricardo Velázquez Cruz

Es abogado notario y actuario egresado BUAP. Diplomado en Análisis Político Escuela Libre de Ciencias Políticas de Puebla. Especialidad en Derecho Agrario UNAM; Maestría en Derecho Constitucional y en Juicio de Amparo UAT.