Lo injusto de la educación

  • Nyx Diahann Sánchez Fierro
Educación del mundo, noción que favorece las habilidades de las personas para resolver problemas.

Generalmente el concepto de educación está dirigido a lo que se enseña y se aprende, de acuerdo a lo que se ha estipulado que las personas deben saber (según nuestro rango de edad, el contexto social, la secuencia de temas de ciertas asignaturas) y bajo el concepto de que este no debería ser un derecho que se le condicione a nadie, ha surgido una nueva modalidad al que se conoce como educación del mundo que sí restringe a algunas personas, misma que está determinada por programas educativos que promueven que los aprendices desarrollen diferentes habilidades que les permita destacar en ellos un desarrollo personal, que detecten sus intereses y que potencialicen sus capacidades; efectivamente este tipo de formación dentro de la educación favorece para cubrir las necesidades que demanda la sociedad, jóvenes capaces de proponer soluciones, de tomar decisiones,  ser solidarios e ir en búsqueda del bien común, capaces de pensar y razonar, y entonces, ¿por qué seguimos viviendo bajo las mismas circunstancias (de delincuencia, corrupción, pobreza,…)?  

Es claro, pues aquí hace su aparición lo injusto de la educación, la educación del mundo no es para todos, solo la desarrollan personas que pueden pagar estas bondades que ofrecen los programas que las promueven,  es por ello que sigue existiendo población (en su mayoría) sujeto a lo que los programas educativos les establecen, incapaces de desarrollar un pensamiento crítico y reflexivo, pues solamente se dedican a memorizar  y replicar los contenidos que abarcan las asignaturas, en ciertos niveles y con muchas limitaciones, en búsqueda de una calificación que definitivamente no evalúa ni valora las capacidades que tienen y pueden desarrollar las personas, más bien esta manera de evaluar tienen que ver con la capacidad de percepción del maestro, a veces injusta, demasiado exigente o temperamental, pero pocas veces valorando realmente las capacidad que se tienen y los logros o esfuerzos por los que se trabaja.

Ahora bien, ¿quién necesita la educación del mundo? Maestros que dejen de ir en búsqueda de una calificación o un nombramiento para validar sus conocimientos, estudiantes (en general) con deseos de forjarse como personas con una visión de trascendencia, padres de familia interesados en mejorar su entorno, sociedades en búsqueda del bien común.

Si esto se aplicará para todas las personas reducirían algunos trastornos que a veces condicionan a los grupos en las instituciones educativas, no precisamente porque no se manifiesten, sino porque serian canalizados oportunamente de una manera efectiva, abarcando los intereses y necesidades del aprendiz, dejando de lado la estandarización de los grupos escolares.

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Nyx Diahann Sánchez Fierro

Licenciada en Psicología Social UAT. De 2011 a la actualidad se ocupa en la labor docente en distintos niveles educativos, debido a esta trayectoria estudio la maestría en Pedagogía en la UPAEP