¿Y dónde está?
- Alejandra Fonseca
Qué me tomaré para esta pinchi indiferencia que me tiene el alma plana, el cuerpo laxo, el ánimo oxidado
Qué me tomaré para no hacer daño a lo que hoy está ausente, ese mi espíritu combativo de antaño que presiento, aún, vivo y existente
Qué me tomaré para sentir vibrar el halo que antiguamente me movía a respirar harto, hondo, profundo, intenso, agudo, crecido, expandido…
Qué me tomaré para no terminar mi vida sino agitarla con burbujas centellantes de oxígeno que permeen mi sangre y lleguen a mi mente
Qué me tomaré para prolongar el “momentum” pinchado con alfileres que se extingue a cada instante por no contener ilusiones, utopías ni sueños
Qué me tomaré para seguir en esta vida acompañando a los míos sin esta apatía que me hunde en el limbo del mundo deshabitado, fatuo, insulso
Qué me tomaré para darle algún sabor a esta vida insípida del antropófago mundo
Qué me tomaré para no morir en esta inanición que como caníbal se traga cada sentir y cada pensamiento
Qué me tomaré para curar esta desgana, para sanar la inapetencia, para aliviar la abulia que carcome mis entrañas como ave de rapiña en cada click
Qué me tomaré para alejar al fantasma que me asecha y no desea ser encontrado
Qué me tomaré para que esta insustancial y confusa manera de vivir se convierta, aunque sea, en una banal existencia
Qué me tomaré para arrancar de tajo esta yerba maldita que permea mi médula con veneno sin antídoto
Qué me tomaré para sentir, aunque sea dolor, sin que se drene en la nada
Qué me tomaré…
“No hables a las personas, háblale a la mente”
¿Y dónde está?