Estaba en el mes de diciembre del año pasado en la cena de fin de año del comité ejecutivo estatal de mí partido el PRD en conocido hotel de la colonia La Paz.  En amena plática con el que en ese momento era el Secretario de Alianzas de ese órgano de dirección el maestro Telésforo Américo Guerrero. Cuando a nuestra mesa llegó la compañera Roxana Luna Porquillo. Supuse que su deseo de acercarse hacia nosotros era para desearnos todo género de parabienes por las fechas que eran.

No fue eso ya que llegó en forma muy directa y se dirigió a mí y me dijo que si no tenía la más mínima dignidad por permitir el mal trato que según ella me daba el Morenovallismo. Que ella jamás iba a tener trato con ellos porque ella era una luchadora social. Palabras más o palabras menos esos fue lo que me dijo. Yo preferí no responder a sus comentarios porque no era el lugar, no era el momento.

 A la candidata a diputada federal del distrito 12 de Puebla la conozco de varios años atrás, he tenido tratos políticos desde hace aproximadamente 15 años. La he escuchado muchas veces en consejos nacionales,  estatales, reuniones del comité ejecutivo estatal, mesas de diálogo y acuerdos políticos, siempre hace algún tipo de comentario y tengo que reconocer que procuro ponerle mucha atención porque nunca he entendido su mensaje.

Al preguntarles a otros asistentes a esas reuniones si entendieron lo que nos quiso decir, la respuesta es que tampoco entendieron. Dice una cosa e inmediatamente se contradice y la segunda idea nada tiene que ver con la tercera y al final de su exposición llego a la conclusión de que no entendí nada. No supe si su posición era a favor o en contra o todo lo contrario parafraseando aquel dicho que le atribuyen a un expresidente de México.

Ahora recientemente y ante los medios de comunicación señaló que ella ya había perdonado al Morenovallismo. Que ya había perdonado a quienes la quisieron expulsar del partido. Aquí aclaro, a ella nadie la querido expulsar del partido que yo sepa. El que ha enfrentado quejas en el órgano jurisdiccional de mi partido para ser excluido del padrón soy yo y hasta ahora no se me ha castigado con esa sanción.

Pero volviendo a Roxana a mí no me extrañó que inmediatamente después saliera en el programa  “Juegos de troles”,  del periódico Cambio que se trasmite por internet y que dirige el periodista Arturo Rueda y colaboradores y dijera que el verbo perdonar que había dicho solo unas horas antes había sido mal empleado. Ósea se contradijo. Lo cual ha sido una constante en sus intervenciones, dice una cosa en la que está a favor, pero también dice que eso en lo que está a favor no es tan bueno y luego dice que lo que dijo no es lo que quiso decir, pero que sí lo dijo aunque se lo malinterpretaron.

 Roxana nuevamente es candidata de mi partido, ahora como todos los candidatos al hacer campaña tendrá que fijar posiciones en las cuales hay que ponerle mucha atención para saber si ya tendrá un discurso mejorado que es lo que se requiere para convencer a los electores.