Si bien el ejercicio libre del voto es una característica fundamental de la democracia, no lo son menos los debates e intercambio de opiniones entre quienes aspiramos a un puesto de representación popular. Los ciudadanos tienen el derecho a disponer de la mayor información posible para decidir de manera informada el sentido de su voto. ¿Quiénes somos? ¿Cuáles son nuestras propuestas? ¿Cómo pensamos responder a las demandas de la ciudadanía? Por estas razones, nuevamente emplazo a debatir a Martha Erika Alonso de Moreno Valle y a Enrique Doger Guerrero.

No pasemos por alto que los debates de candidatos son un derecho de los ciudadanos, no una prerrogativa de los que aspiramos a un cargo público y que competimos en una elección. En las democracias más consolidadas es en donde más debates hay y menos propaganda. La posibilidad de hacerlo en este periodo de intercampaña está abierta, derivado de la resolución de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), en relación a campañas federales, pero que dicha resolución puede y debe adecuarse al proceso electoral local. Que los gerentes que Rafael Moreno Valle puso en las dirigencias de los partidos de su coalición, no piensen que evitando que Martha Erika Alonso debata, le hacen un favor o le ayudan. La verdad es que, por la vía de los hechos, la están menospreciando, la colocan en una circunstancia en la cual resulta evidente que su candidata necesita protección. Insisto, debatir es un derecho de los ciudadanos, no es un derecho de los candidatos.

Los gerentes de los partidos de Moreno Valle en los partidos políticos que integran el Frente y que quieren colocar a Martha Erika en una burbuja impenetrable, se equivocan rotundamente. Todos los que aspiramos a un cargo público, por el simple hecho de hacerlo, nos sometemos al escrutinio social y así debe ser. Tratar de blindar a una candidata es un error, es intentar ocultar a la sociedad la verdad y privarla de elementos para tomar sus decisiones; se trata de una modalidad de fraude a la democracia, que en estos tiempos de Internet y redes sociales es imposible realizar.

Existen en la agenda poblana muchos temas ante los cuales los que aspiramos a gobernar el estado tenemos que fijar una posición. Me refiero a la pobreza y a la desigualdad, al aumento de la corrupción y de la impunidad; hablo de cómo desarrollar cada una de las regiones de nuestro estado, de cómo recuperar la seguridad, de cómo poner un alto a los feminicidios, de cómo lograr la igualdad sustantiva en todos los aspectos de la vida pública de nuestro estado. Es un derecho de los poblanos conocer qué es lo que proponemos y cómo pensamos hacerlo realidad.

Nuevamente convoco a Martha Erika Alonso y a Enrique Doger a que debatamos, a que presentemos ante a la sociedad poblana nuestras propuestas en un formato respetuoso, sin agresiones, de una manera muy política, civilizada y diciendo la verdad; hay que hablar de política, hablar de política es hablar de las cosas que son la vida pública en nuestro estado. Pienso que para poder llegar a un cargo como una gubernatura, primero la sociedad nos tiene que conocer, que nos conozca la gente, que sepa quiénes somos, cómo pensamos y no las fachadas mediáticas.

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