Este fin de semana se llevaron a cabo las convenciones de los tres principales partidos políticos sólo para confirmar lo que todos ya sabíamos, las candidaturas de quienes competirán por el máximo encargo del país y llevarán las riendas de la administración federal por los próximos seis años.

José Antonio Meade realizó su convención de delegados en el Foro Sol, y en su discurso no hubo nada nuevo, salvo que puso énfasis en acabar con la corrupción, la impunidad, la desigualdad social y lograr  una educación de calidad. Sin embargo, aun lo logra conectar con sus seguidores y si sigue así difícilmente podrá emprender una subida en sus preferencias. Tal vez la nota que todos esperan es el relevo en la dirigencia nacional del PRI y un relanzamiento de su campaña para  aspirar a competir por el primer lugar en las encuestas. Todavía falta conocer las listas definitivas de representación proporcional en el Congreso de la Unión de su partido.

Por su parte Ricardo Anaya, sabedor de su segundo lugar y el único hasta este momento con la posibilidad de disputar la presidencia con López Obrador, empezó a construir su discurso en función de atraer el “voto útil” de  los ciudadanos que nunca votarían por AMLO y que no son panistas ni perredistas, incluidos aquellos priístas desencantados de su partido o los  switchers. Tambien busca recuperar las preferencias de quienes en un principio veían como opción y apoyaban a Margarita Zavala, esos 8 puntos porcentuales con los que contaba la aspirante independiente en su inicio, han ido a la baja y son los que Anaya está buscandon rescatar. Aunque primero tiene que superar la rebelión de Corral y otros militantes del PAN que cuestionaron la lista plurinominal de senadores, lo que puede recomponer en la conformación de su listado en la cámara baja por la misma vía.

Quien se mantuvo en la misma línea fue Andrés Manuel López Obrador, que sólo retomó los temas con los que marcó agenda en las precampañas. La corrupción como el primer mal a erradicar en el país, la austeridad como forma de gobierno, la protección de los derechos sexuales, de asociación y prensa como fundamentales en su administración. Sin embargo, podría empezar un desgaste por la cercanía de personajes como Napoleón Gómez Urrutia o Germán Martínez. Incluso el líder moral de MORENA todavía puede seguir sumando adeptos incluyendolos en la cámara baja, como lo hizo en Guanajuato con Miguel Ángel Chico.

La pelea por la silla presidencial que comenzó en tercios con independientes como distractores en la fórmula, se ha concretado en  la lucha entre dos candidatos, lo que puede cambiar si los independientes incrementan su protagonismo y logran atraer la atención de los electores indecisos. Estas precampañas sirvieron como una especie de "primera vuelta" electoral, donde los electores podrán decidir sobre dos proyectos de nación o una opción independiente. Lo que puede modificarse una vez que inicien formalmente la campaña electoral.

Faltan 40 días para que comiencen las campañas  y con ello el segundo round o la "segunda vuelta" electoral donde los indecisos, switchers o aquellos que volverán su voto útil a favor o en contra definirán las elecciones el próximo 1 de julio. Aunque la elección a tercios a la que apuesta el PRI, aún tiene una segunda oportunidad.