Tzinacapan y Malintzin. El encuentro

  • María Teresa Galicia Cordero
Tzinacapan y Canoa, historias conectadas en una misma raíz.

 

“Talokan, Padre/ Madre y Malintzin son quienes nos llevaron de la mano

en el recorrido que padre e hijo hicimos por varios momentos de nuestra vida

y por momentos para nosotros importantes, durante nuestra permanencia en

dos pueblos indígenas, que pertenecen a una misma cultura”

Francisco Sánchez Conde

 

Asistí a la presentación del libro Tzinacapan & Malintzin, un libro que  no es el resultado de una investigación, presenta la comunicación profunda de un padre con su hijo cuando compartieron momentos que no les fue posible tener en otro tiempo, debido a que el autor tuvo que dejar su hogar desde niño.

La historia se desarrolla en dos pueblos:  Tzinacapan, el pueblo de adopción para Francisco Sánchez Conde en la Sierra Norte de Puebla  en el municipio de Cuetzalan; y en Canoa ubicado a diez kilómetros de la capital poblana, dos pueblos de cultura nahua y cuyo patrón de ambos es San Miguel Arcángel.

Fue presentado magistralmente el jueves pasado en la Universidad Iberoamericana Puebla por Eduardo Almeida Acosta, Jorge Basaldúa Silva, Alma Yolanda Castillo Rojas y Ma. Eugenia Sánchez Díaz de Rivera desde varias perspectivas: la literaria, la  antropológica, la  etnoliteraria, la  sociológica entre las más importantes. Desde esa amplitud de miradas es como  sorprende los alcances que este libro encierra, donde la carga emotiva siempre está presente.

Es una invitación permanente de recuperación de  voces, en este caso, del padre, del hijo y diversas voces de la comunidad, entrelazadas con las remembranzas de la vida, en donde el amor, la gratitud, la reconciliación, el diálogo permanente y profundo permite atisbar hasta lo profundo de sus almas.

Es una realidad que en la complejidad de este mundo, el uso de la palabra se ha debilitado ante la rapidez de la modernidad porque se ha ido perdiendo, a veces,  sin darnos cuenta. De ahí la enorme riqueza de encontrar en algún escrito el reencuentro con  uno mismo y con los demás. Ya no son tan frecuentes las pláticas profundas en nuestro andar cotidiano, esas que te permiten que a través de la palabra puedas revivir hechos acompañados de emociones, como un rompecabezas en donde se van entretejiendo hilos donde se asoman, como en los tejidos, los hilos multicolores de los recuerdos y  los sentimientos, engarzando las historias y las vivencias.

Escuchar a los presentadores, al mismo Francisco y leer su libro, te recuerda las tarde o las noches con los abuelos, cuando contaban sus recuerdos, anécdotas, leyendas, los  significados en su  vida, su cosmovisión propia ante un  mundo que se abre lentamente  como ventanas abiertas que te muestran retazos de la realidad que ellos vivieron y que pacientemente  te van compartiendo.

Esto es el libro de Francisco, en donde  conoces su vínculo con la montaña sagrada, la Malintzin escrito en español y náhuatl, en donde aprenderás además una distinción sobre el náhuatl: “Hay autores que afirman que el  náhuat  de terminación “t” hablado en la Sierra Norte de Puebla  es más antiguo que el náhuatl clásico, con terminación “tl” . Aunque en este texto se emplean las dos variantes, en ambas utilizó la ortografía náhuat que se ha desarrollado en San Miguel Tzinacapan”.

Editado por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, es un testimonio de vida junto con otras  fuentes orales, dentro de un diálogo profundo en este complejo mundo en donde también, se afirma,  existe un desmedido calvario para nuestros campesinos que  viven entre  riesgos, despojos, engaños y que Francisco aprendió a conocer y defender  dentro del ejercicio de un sacerdocio encarnado en la realidad humana.

En esos dos pueblos, el maíz es “alguien” no algo, alguien que hace latir el corazón, que corre por la sangre de las venas, que llega a la casa como alguien que va a estar con nosotros todo el tiempo.

Este es un ejercicio de esperanza, un relato muy claro e interesante, pero que como escribe Eduardo Almeida, “exige del lector una lectura cuidadosa y profunda para captar toda la riqueza cultural y humana  que encierra”.

Es  un aprender a caminar con el corazón de su tierra y de su  gente, reconociendo que  como todos,  somos personas,  todos  somos historia.

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María Teresa Galicia Cordero

Doctora en Educación. Consultora internacional en proyectos formativos, investigadora social, formadora de docentes e impulsora permanente de procesos de construcción de ciudadanía con organizaciones sociales. Diseñadora y asesora de cursos, talleres y diplomados presenciales y en línea. Articulista en diferentes medios.