La valía de ser mujer no es propiamente el género que a veces se transforma en ariete o en un estigma de debilidad, agresión o vulnerabilidad. La valía de muchas mujeres que ejercen la plenitud de todos sus derechos desde cualquier frente social, se haya en esa capacidad de decisión, en el empuje para buscar equilibrios, en la igualdad para competir no por debilidad o condición.

Por fortuna son muchas las mujeres que hoy encontramos desde la diversidad de segmentos sociales donde apreciamos perfiles académicos, empresariales, liderazgos auténticos, mujeres con arraigo.

Lo lamentable es analizar el fenómeno que se está dando en varios partidos políticos donde andan a las carreras buscando cómo cubrir las famosas cuotas de género.

Y es que éstas, tristemente parecen en muchos casos, invitar a la simulación para la postulación de esas otras mujeres que no tienen la mínima idea, pero mucho menos la intención de hacer verdadera política.

Estas féminas, están listas y esperan la indicación para ser lanzadas como carne de cañón. Algunas van a perder, otras ganarán sí, pero el triunfo y las mieles del mismo las disfrutará el padrino, mecenas o el promotor.

Indigna ver cómo varios partidos cierran el paso o minimizan a aquellas mujeres competitivas que no sólo tienen argumentos para sustentar proyectos. Son perfiles con una buena preparación, que en algunos casos, han sido fieles a la militancia de un color y que hoy son desplazadas por la conveniencia política o coyuntural de los cacicazgos que se enfrentan en todo partido político.

Es todavía más preocupante, cuando las mujeres boicotean mujeres desde las trincheras políticas.

Estamos en los días de definiciones donde cientos de perfiles desde diferentes frentes pasan la aduana del poder para obtener candidaturas.

Hay quienes todavía no entienden los nuevos contextos de realidad social que se enfrentarán en una elección como la de este año.

Muchos personajes de la política tradicional siguen empeñados en postular a las novias, esposas, hijas, amantes con tal de mantener los cotos de poder.

Admiro la decisión de estas mujeres que tras un bloqueo o boicot de sus militancias deciden decirle NO al disfraz de “Juanitas” de la política.

Quienes piensan que los resultados de las diversas batallas que se librarán en 2018 son predecibles, se equivocan.

Las sorpresas seguramente seguirán surgiendo, sobre todo, con perfiles que sin marca o con una nueva marca electoral se convertirán en verdaderos y potenciales competidores para hacer frente a quienes hoy aseguran pueden tener la victoria en las manos.

@rubysoriano

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