Año Nuevo: Fuerza de voluntad y autocontrol

  • María José Zapata Moreno Valle
Mecanismos para persistir en los propósitos y metas. Disciplina y hábitos. Algunas reglas.

“Primer paso, debes tener un definitivo y claro objetivo. Segundo, debes de tener los recursos necesarios para obtener lo que deseas. Tercero, enfoca todos tus recursos para el logro de tus metas.”- Aristóteles.

Un nuevo año comienza, y con ello es usual que nos planteemos nuevas metas, propósitos y acciones que nos lleven a ser la “nueva versión” de nosotros mismos que todos queremos ser cuando inicia el año; sin embargo, conforme van transcurriendo los meses, todas esas metas planteadas comienzan a desvanecerse y quedan aplazadas para cumplirse en la “siguiente oportunidad que tengamos” (la cual por lo general nunca llega y se continúa posponiendo).

Lo anterior nos lleva a preguntarnos: ¿Qué es lo que está pasando para que no cumplamos con nuestras metas de Año Nuevo? Lo cual puede responderse sencillamente en que es cuestión de fuerza de voluntad y autocontrol; sin embargo, contrario a lo que la mayoría podría pensar, estos factores no son características 100% natas, sino que se desarrollan y fortalecen conforme se vayan practicando.  Además, hay que tomar en cuenta que la fuerza de voluntad consiste en dominar 3 factores esenciales que implican autocontrol: “lo haré”, “no lo haré” y ”quiero”, los cuales son aquellos que nos motivan a realizar acciones que favorezcan o entorpezcan el cumplimiento de nuestras metas.

Mcgonigal (2016), refiere que el autocontrol consiste en lograr el dominio propio  tanto de  pensamientos como conductas, con la finalidad de evitar acciones que impidan nuestro bienestar y se interpongan en la realización de aquellas tareas que lo propicien.

Un aspecto importante que olvidamos en el momento del cumplimiento de nuestros objetivos, son las elecciones que tomamos, la cuales en ocasiones suelen frustrar nuestros propósitos sin que nos demos cuenta de ello; es por esto, que es recomendable ser conscientes de aquellas acciones que obstaculizan los objetivos que tenemos, dado que esto disminuirá la probabilidad de que se vuelvan a realizar y aumenta el autocontrol en lo que hacemos.

Asimismo, a la hora de plantearnos las metas que queremos realizar, no contemplamos que para lograrlas es necesario un gran compromiso con ellas, el cual no se logra de la noche a la mañana, sino a través de llevar a cabo pequeñas acciones que cada día nos irán llevando al logro de la meta y que si se realizan de forma continua, se convertirán en hábitos. Lo anterior se debe a que si se usa la fuerza de voluntad de forma consistente (incluso con las cosas más sencillas), ésta se irá reforzando y ampliando.

Por otra parte, un factor que influye para que logremos nuestro objetivos, es el hecho de tener presente lo que nos motiva a cada uno de nosotros, dado que al tener en mente qué es lo que queremos alcanzar, será menos factible que caigamos en tentaciones o cometamos acciones que obstruyan el logro de nuestros objetivos.

Con respecto a las ocasiones en las que solemos fallar durante el proceso del cumplimiento de nuestras metas, es recomendable perdonarnos cuando fracasamos y darnos cuenta de que en ocasiones el sentimiento de culpa nos conduce a volver a fallar y sentirnos desmotivados para realizar nuestras metas, por lo que caemos en un auto-sabotaje en el que pensamos “¿para qué lo intento, si de todos modos fallaré?”.

De igual manera, otro aspecto a considerar, es el hecho de evitar posponer las acciones que podamos realizar hoy, ya que de lo contrario, se encontrarán pretextos para realizar lo que inicialmente se había propuesto.

Finalmente, cuando estemos intentado cumplir con algún objetivo, es sumamente benéfico que nos rodeemos de personas “saludables” que favorezcan al cumplimiento de nuestros propósitos y que nos impulsen a tener conductas que las faciliten.

Pueden ser diversos los objetivos que nos planteemos lograr para este 2018, y estoy segura de que cada uno de nosotros podemos lograrlos si tomamos en cuenta los factores previamente mencionados y si somos un poco más realistas con lo que nos propongamos. No hay meta inalcanzable si seguimos los pasos adecuados y si se cuentan con los elementos necesarios para lograrla.

 

Referencia

Mcgonigal, K. (2016), Autocontrol. Urano: España. 

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María José Zapata Moreno Valle

Licenciada en Psicología, Máster en Pedagogía y Educación Especial. 

Docente de primaria, forma parte del departamento de Inclusión en el Colegio Humboldt; se ha desempeñado como terapeuta infantil.