La indiferencia no es la solución

  • Nyx Diahann Sánchez Fierro
Tampoco la apatía. El divorcio con la realidad. Lo importante es aprender a vivir madurando.

Definitivamente ser indiferente provoca un sentimiento de incomodidad, nos vuelve ajenos a la realidad en la que vivimos y no da solución a lo que se puede resolver, aparta a las personas del contexto y con ello crece la inconformidad. La indiferencia es un tema que se aplica en distintos entornos, sociales o personales, pero el resultado es el mismo, apatía y distancia de lo que se debe enfrentar.

 Ser indiferente es una de las principales limitaciones para que el pensamiento humano evolucione de una manera firme y precisa ¿Qué es aquello que te puede causar tanta apatía y que no valga la pena enfrentarlo? Más bien es un tema de disposición y de actitud, no se trata de los roles que se desempeñen, está ligado a la cultura y a la capacidad que se tiene para enfrentar los momentos y las situaciones que impliquen.

La indiferencia nos mantiene estáticos, nos ciega a poder enfrentar los momentos o a las personas que provocan este sentimiento, no es cierto que algo que es parte de nuestra vida nos cause desinterés, de lo contrario ya estaríamos apartados de esta situación, quizá no todo lo que vivimos causa satisfacción, pero sí genera un impacto y es fácil identificar qué se puede hacer para mejorar.

La indiferencia se manifiesta como mecanismo de defensa, es una reacción inmediata para demostrar que lo que se está viviendo no causa ninguna reacción y por consiguiente no afecta, es una forma de escapar de la realidad de manera rápida, quizá por sentirse incompetentes ante una situación, inexpertos al darse cuenta que no es malo pedir ayuda, incapaces de enfrentar o aceptar una realidad… en fin, las causas son varias, pero la limitación es la misma.

Cambiar este tipo de actitud (de apatía o de indiferencia) beneficia notablemente las condiciones en las que se vive, que si bien, se pueden sobrellevar, llegan a causar tedio, es decir, se vive inconforme pero en el momento que se puede generar un cambio no se lleva a cabo.

La idea y principal propuesta es enfrentar la vida con todas sus bondades y dificultades, generar cambios, transformar realidades, actuar con razón y disposición, soltar la necedad y atar la mente a todos los cambios que se puedan hacer, aceptar nuevas recomendaciones, actividades, cargos, personas… la vida se enfrenta adecuándonos a ella, enseñando y aprendiendo de cada momento.

Adoptar una actitud de indiferencia no genera ningún cambio, no da solución a nada, no causa mejoría, ni refleja madurez, conviene solucionar lo que sea necesario, de manera precisa y comprometida.   

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Nyx Diahann Sánchez Fierro

Licenciada en Psicología Social UAT. De 2011 a la actualidad se ocupa en la labor docente en distintos niveles educativos, debido a esta trayectoria estudio la maestría en Pedagogía en la UPAEP