La mente de las personas está regida por pensamientos, pueden ser positivos o negativos, de esta manera se valora el sentido de la existencia que cada persona asume, sin embargo, es necesario saber que todos los sujetos poseen cierto sentimiento de culpa, esta idea se liga a no haber alcanzado sus propósitos, no solo metas establecidas de un plan de vida, más bien, tiene mayor relación con situaciones triviales de las que se apropiaron e idealizaron, por ejemplo, apoderarse de todo aquello que causa angustia… infidelidades, sentimiento de abandono, de inferioridad, culpa, estrés, agresividad, duelos…

Es conveniente tener presente que los seres humanos no estamos condicionados a repetir las mismas historias cuando el pensamiento evoluciona, todo es cambiante, tampoco existe una razón por la cual se debe vivir dudando de lo que ocurre o de las personas. La mente es parte esencial para determinar las actitudes y las acciones que llevamos a cabo, por esta razón es importante valorar qué ideas depositamos en ella.

Se trata de ser indulgente y entender de manera lógica lo que ocurre con la vida, nadie debería de estar forzado a hacer algo que no complemente su plenitud, que le impida realizarse como ser humano, antes que cumplir con cualquier rol social. El compromiso radica en tomar en cuenta qué es lo que provoca placer o felicidad, todo aquello que se lleva a cabo, pierde valor cuando se «tiene que», o «debe de»…

Es fácil identificar qué es lo que te motiva; para muchas personas lo complicado es elegirlo como parte de sus prioridades porque se sigue viviendo bajo la expectativa de las demás personas y por cumplir con este condicionamiento es que surgen las inconformidades y los pensamientos de desvalorización personal.

Un estado ideal para mejorar nuestra calidad de pensamiento se enfoca con un sentimiento de tranquilidad. ¿Qué es aquello que no altera mi estabilidad? ¿Qué me produce quietud y tranquilidad cuando lo llevo a cabo? Seleccionemos lo bueno y agradezcamos que ocurrió, no es que se le reste valor a todo lo que en su momento nos ha dañado, se trata de no aprisionarlo e identificar de qué forma lo que hago en este momento es consecuencia de algo que se creyó insuperable; provoquemos la prudencia como parte de nuestra cotidianeidad, asimilemos de la mejor forma lo que nos ocurre, nadie está en contra de nosotros, tampoco estamos sentenciados a vivir el mismo tipo de experiencias, conmiserarse debilita la mente y la vuelve estática; la actitud que demostremos refleja el dominio que se tiene de la mente, seamos optimistas y confiemos en que todo va a ocurrir como lo creamos; si tú dudas sobre lo que deseas no hay garantía de que se cumpla, pero si realmente lo quieres y no hay ninguna duda, no existirá algún obstáculo para llegar al propósito.

Rompe con los paradigmas, activa tu mente, deslígate de los patrones y cree en ti, prepárate para ser el más amado,  reconocido, inteligente, capaz… No dudes de lo que quieres y compleméntalo llevándolo a cabo, no des lugar en tu vida a lo que no te agrada, incluso a aquello que crees que es parte de tu personalidad, vivir feliz es fácil, solo debes de elegirlo y hacer de lado lo que pasará después, disfruta de lo que vives y no te preocupes de algo de lo que no estás seguro que ocurrirá.