Para reformar las redacciones hay que eliminar las rémoras

  • Abraham Torres
La convergencia multimedios se ha convertido en una oportunidad inigualable en las redacciones

Trabajar del mismo modo durante años parece ser “la opción acertada”. Al menos así lo entienden las grandes empresas dedicadas a la producción. Hacer trabajos sistematizados. Pero, ¿qué pasa con las redacciones periodísticas? 

Pensemos particularmente en aquellas que informan de manera diaria. Tenemos más de un siglo trabajando del mismo modo. Y como lo he dicho en ocasiones anteriores: internet lo ha trastornado todo. La tecnología nos ha alcanzado. Y en internet siempre es la última hora.

La convergencia multimedios se ha convertido en una oportunidad inigualable para la necesaria puesta al día de las redacciones. En otro post hablaremos de forma más detallada de dicha convergencia.

Hoy quiero hacer énfasis en el gran reto que tienen las redacciones de los medios: entender cómo trabajan para después hacer ajustes necesarios. Eliminar a esas rémoras.

Basándome en algunas ideas de Antoni Maria Piqué, del Cases i Associats, enumeraré las principales funciones que hoy en día imperan en las redacciones y que, si queremos destacar entre los demás, debemos reformularnos su actuar.

1- La división de secciones y funciones.

Es la estructura que genera más competencia que cooperación. El tema es simple. Las secciones suelen competir entre sí para apropiarse de los asuntos interesantes. El problema es que las funciones en las redacciones se definen según las tareas que exigen y no según los contenidos a los que se aplican. Es decir, concepción y ejecución están muy distantes. La decisión se toma a un nivel y se ejecuta en otro.

2- Exceso de jerarquías.

Cada paso en la elaboración informativa requiere de la revisión y autorización de un supervisor. Estos supervisores tienen otros supervisores cuya tarea consiste en hacer exactamente lo mismo. Es irónico: cuánto más alta es la posición del supervisor, menos tiempo tiene para tomar decisiones y más lejos está del origen de la información. Con tantos niveles de decisión y mando no cabe esperar flexibilidad, rapidez o agilidad.

3- Reporteros para todo.

En la mayoría de las redacciones los reporteros sirven para casi todo. ¿Con qué calidad informan de tal o cual evento si existe mínima especialización en el área que cubre? Puede respetar las reglas básicas del periodismo, pero es menos capaz de valorar y seleccionar con precisión. Ganar esas competencias exige inversiones en formación que pocos, muy pocos medios se plantean en serio y a profundidad.

4- Los jefes lo saben todo.

El jefe es quien decide qué debe cubrirse y cómo hacerlo. Un trabajo dantesco. Y los reporteros deben ajustar su criterio, iniciativa o creatividad a lo que su jefe pide. Consecuencias directas: coberturas de baja calidad, poco trabajo en equipo, escasa tolerancia a la crítica por parte de los jefes y sobre todo, rutina del trabajo.

La tradición es el peor enemigo. Haciendo siempre lo mismo, aunque sea mejor, no servirá de nada. Si queremos resultados distintos debemos hacer cosas distintas.

El reto, por tanto, es eliminar las rémoras de las redacciones. Quitar a esas personas que son un obstáculo o que impiden la transformación de un proceso. De lo contrario, estamos cavando nuestra propia tumba sin darnos cuenta.

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Abraham Torres

Se especializa en redacción para internet, análisis de audiencias, creación de contenido multimedia, así como nuevas narrativas a través de videos 360 y de realidad virtual.

Fundó la agencia de contenidos multimedia Sintaxis y es creador de los sitios periodísticos Somos Deporte y Héroes del Tiempo.

Es Coordinador de la Licenciatura en Comunicación de la Universidad Iberoamericana Puebla donde también imparte la materia de Periodismo Digital.

Asimismo es catedrático en la Maestría en Comunicación Social y Política de la Universidad La Salle Oaxaca.

Abraham es periodista desde hace 16 años, ha trabajado en diversos medios de comunicación nacionales y en los estados de Guanajuato, Tamaulipas y Puebla.

Fue Director de la Escuela de Comunicación de la Universidad Anáhuac Puebla y Director de Comunicación Social del Poder Judicial del Estado de Puebla.