Se entiende por ANTISISTEMA todo aquello que va en contra del orden establecido. En los últimos años hemos podido ver cómo los ciudadanos alrededor del mundo han emitido un voto de rechazo y hartazgo en contra del sistema, contra aquello que consideran obstaculiza el cambio y el progreso.

En Estados Unidos fuimos testigos de cómo los electores norteamericanos votaron por Donald Trump, el antipolítico, que criticaba y cuestionaba abierta y frontalmente a un sistema en el cual vio crecer su fortuna, pero que encontró en el discurso antisistema, su área de oportunidad para allegarse de los inconformes que querían un cambio radical.

Casos similares pudimos ver en Gran Bretaña con el BREXIT, y en España con el referéndum por la independencia de Cataluña. México no es ajeno al contexto internacional.

Es de sobra conocido el desgaste de la clase política mexicana, sea del partido que sea y el hartazgo del electorado, que elección tras elección ve llegar a los mismos candidatos, haciendo las mismas promesas y quedándose cortos con la expectativa que los ciudadanos tienen de ellos.

No hay encuesta, sondeo de opinión o red social que no refleje este  rechazo a “lo mismo de siempre”, y ese deseo ciudadano de cambiar las cosas de una vez por todas.

Los políticos mexicanos han encontrado en este escenario un área de oportunidad para capitalizar el descontento y ponerse la camiseta de antisistema para ganar simpatizantes.

Andrés Manuel López Obrador ha hecho suya la narrativa contra la mafia del poder,  donde critica y rechaza al sistema político, la paradoja es que el sistema que critica, es del cual ha vivido por más de 30 años entre cargos públicos y ahora recibiendo dinero público con la creación de MORENA, que por cierto es el partido más joven y a la vez más viejo de México, pues entre sus liderazgos destacados, los más jóvenes son Martin Batres y Claudia Sheinbaum que superan los 50 años. ¿La esperanza de México no incluye entre sus liderazgos a los jóvenes?

El PAN, PRD y Movimiento Ciudadano han conformado un FRENTE CIUDADANO que es todo menos ciudadano, sus líderes Ricardo Anaya, Alejandra Barrales y Dante Delgado se rasgan las vestiduras pidiendo transparencia, inclusión, alternancia y una verdadera democracia en el país, pero al interior de sus partidos son la antítesis de todo aquello que exigen fervientemente en sus ruedas de prensa. Sus acuerdos cupulares han dividido a sus militancias, la salida de Margarita Zavala, la ex panista mejor posicionada en las encuestas es ejemplo de ello. Pero además, su alianza para ir en contra del sistema es exactamente todo lo contrario, son una alianza sin pies ni cabeza, los idearios del PAN y los idearios del PRD en lo único que coinciden es en estar juntos en el cesto de  basura en el que sus dirigentes los han colocado, ¿con qué plataforma electoral llegarán a la próxima elección? ¿Qué agenda ofrecerán al electorado? ¿Una progresista liberal o una conservadora? Su alianza es meramente electorera y su apuesta es mantenerse dentro del sistema que solo en el discurso quieren cambiar.

El PRI lleva el desgaste de la marca, pero sobre todo el desgaste de sus malos militantes, de aquellos que valiéndose del cargo al que llegaron a través del PRI, roban y corrompen, de esos militantes hay en todos los partidos, pero esos priistas que con sus acciones avergüenzan al priismo son los que el electorado tiene como referencia para no querer votar nunca más por el partido tricolor, porque para el elector promedio, estos priistas son la cara del sistema que quieren combatir.

Y por otro lado tenemos a los candidatos independientes, los que critican al sistema pero que han vivido por años de él, ¿qué de antisistema tiene el Bronco, un gobernador “independiente” que no ha terminado su periodo de gobierno pero que no quiere soltar el hueso?  ¿Qué de independiente tiene una ex primera dama que se mantuvo en silencio por 6 años y que ahora quiere cambiar al país y cuando tuvo oportunidad de hacerlo se conformó con ser consorte del Presidente?

¿Qué opciones le quedan al ciudadano en 2018 si las boletas parecen estar plagadas de más de lo mismo? ¿Qué decisión tomarán los partidos para no perder votos?

Ojalá que todos los partidos entiendan que necesitan oxigenarse y abrir sus puertas a nuevas caras pero sobre todo a nuevas formas de hacer política para poder ganar la confianza ciudadana, esas nuevas formas que requieren lanzarse a la calles con empatía, humildad y respeto para escuchar y motivar al ciudadano.

De lo contrario, el riesgo de caer en el falso canto del discurso antisistema, puede tener un costo muy alto y peligroso.

@Marisol_Calva

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