Viola decenas de normas electorales. Solicita el voto de ciudadanos y militantes. Utiliza recursos públicos para autopromoción. Y tiene sobre sí un abultado expediente en la PGR por su probable vinculación con bandas de huachicoleros. 

Es el alcalde de Quecholac, Néstor Camarillo Medina, quien desde hace meses anda en campaña. Busca la candidatura a la diputación federal por el Distrito 14, con cabecera en Acatlán de Osorio, a 135 kilómetros de distancia del territorio que gobierna. Muy lejos, pues.

Ante la evidencia de que no puede ganar por sus muchos pendientes en la demarcación que le corresponde con cabecera en Ajalpan, ahora anda muy amoroso con la Mixteca, que es en teoría un distrito con inclinación priísta.

Denuncias de habitantes de esa zona del estado describen que Camarillo ha abandonado completamente su encargo constitucional y se adjudica como propios, y producto de su generosidad, los apoyos de los gobiernos estatal y federal.

Quienes lo han escuchado dicen que apostará todo por la curul federal. Así obtendrá fuero que lo libre de ser procesado por cualquier delito y procedimiento administrativo. Camarillo Medina es el único alcalde del estado que se negó a que se le realizaran pruebas de control de confianza. Por algo será.

En su municipio en la junta auxiliar de Palmarito Tochapan, se registró la más sangrienta refriega de huachicoleros contra el Ejército Mexicano con un saldo de cuatro soldados asesinados y seis civiles, el 3 de mayo. Nuestro personaje desapareció días después del hecho y solamente regresó… pero a territorio mixteco. 

Dice tener el apoyo de Antorcha Campesina, aunque no se le vio en el festejo por el 43 aniversario de la organización en el estadio Cuauhtémoc.

Frente a su equipo de campaña se engalla diciendo que tiene el respaldo de “altos funcionarios del gobierno del estado”, aunque el Congreso inició en su contra un proceso en marzo pasado por un presunto daño patrimonial por 45.3 millones de pesos en su cuenta pública 2014.

No va solo en la aventura pues lo acompañe siempre su padre, Julián Isidro Camarillo Mirón, delegado de la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial (SDRSOT) en Tecamachalco con clave de nivel G0607. Si lo sabe el titular de esa secretaría, Rodrigo Riestra Piña, es muy malo; pero si no lo sabe, es peor.

Pero también tiene el apoyo de Fernando Morales Martínez, el hechizo dirigente del Movimiento Ciudadano, quien se ha dedicado a recoger despojos del PRI en otras elecciones. 

Néstor Camarillo le disputa en esa demarcación la candidatura a la diputada local Maritza Marín Marcelo, quien también anda desatada y al filo de la ilegalidad promocionándose desde su cargo como presidenta de la CNC estatal.

Sin embargo, la definición sobre qué ocurrirá se dará una vez que la Comisión de Designación de candidatos del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, que se eligió el lunes pasado, defina si ese distrito va para una mujer o para un hombre. Camarillo será candidato a una curul o a un proceso penal, eso es seguro.