Infonavit puede y debe ayudar

  • Enrique Cárdenas Sánchez
Entrega inmediata del dinero. Sin burocratismos ni papeleos engorrosos. Excedentes pueden ser útiles

Ante los dos últimos grandes sismos de septiembre nos enfrentamos a una doble tragedia. La pérdida de vidas, que es irreparable, junto con cientos de heridos, y una devastación de miles de viviendas, edificios, escuelas, hospitales y hasta el Congreso de la Unión. No hay duda de que hemos aprendido del gran terremoto de 1985, ya tenemos la cultura de qué hacer en una eventualidad de ese tipo, por lo menos en la Ciudad de México. Nuevamente la población se volcó a ayudar en las tareas de rescate y sigue haciéndolo, ahora también en muchas localidades apartadas y pobres que requieren apoyo de inmediato para la reconstrucción de sus hogares y de edificios comunitarios, como las iglesias y los centros de reunión.

La tarea es inmensa. Son decenas de miles de viviendas y edificios siniestrados. Aquellos con pérdida total significan también la pérdida del patrimonio de muchas familias. Lamentablemente no existe una cultura del seguro en contra de siniestros originados por la fuerza de la naturaleza. Solamente aquellos edificios públicos, monumentos, iglesias y las viviendas que están cubriendo el pago mediante una hipoteca cuentan con seguros. La mayoría no.

Muchas otras viviendas y edificios particulares sufrieron 'sólo' daños parciales, algunos muy graves por ser estructurales. También ellos significarán gastos elevados para su rehabilitación y compostura. Si dichas viviendas ya están pagadas, la mayoría no están aseguradas ni tienen cobertura de ninguna clase. En estos casos, cada quien pagará la reparación de los daños.

Ante esta devastación, parece ilógico que una institución como el Infonavit, que es un fondo para la vivienda de los trabajadores que se nutre de aportaciones patronales mensuales por cada asalariado registrado, sólo se haya preocupado hasta este momento de las viviendas que tiene acreditadas y que por tanto cuentan con un seguro.

Eso es lo normal, de acuerdo. Pero me parece que el Infonavit debería hacer mucho más ante la emergencia. Van algunas posibilidades:

En primer lugar, el Infonavit resguarda las aportaciones que no se están utilizando para un crédito. Existen miles de trabajadores que cuentan con saldo positivo en su cuenta del Infonavit, esperando que el trabajador solicite un crédito, o bien que se jubile para ser entregado.

Por tanto, estos recursos deberían estar inmediatamente disponibles para los trabajadores que tengan saldo positivo en su cuenta, y brindar liquidez inmediata a aquellas personas que lo soliciten para la reconstrucción de viviendas. Al mencionar la inmediatez de la disponibilidad de los recursos, me refiero al trámite eficiente y expedito, libre de burocracia y papeleo excesivo para la entrega de los recursos.

Quizás ello requiera alguna modificación legal, pero la emergencia lo amerita. Además, esta posibilidad no debiera ser solamente accesible a los trabajadores que hayan sufrido daños en su vivienda por los sismos. Quizás ese trabajador no lo necesite, pero tendrá seguramente un pariente o un amigo que pudiera necesitar ese apoyo. Se trata de dinero del trabajador que el Infonavit tiene para cuando la persona solicite un crédito o se retire. Es su dinero, no del Infonavit. Esta es una emergencia y debiera ser posible apoyar a todo aquel trabajador que requiera ese dinero en esta eventualidad, sin que fuera requisito presentar alguna justificación que muestre su necesidad.

Segundo, el Infonavit debiera poder prestar a sus derechohabientes 100, 200 o 300 mil pesos si sus viviendas sufrieron algún daño por el terremoto, con el fin de aplicarlos a su reparación. Este préstamo se pagaría con las aportaciones de los patrones de los meses siguientes, a la tasa de interés de mercado, pero sin actualizar el monto de la deuda por inflación, como ocurre con los créditos hipotecarios. Como señalé en mi columna del 9 de agosto pasado en este diario, esa condición del crédito eleva su costo enormemente.

Tercero, el Infonavit podría aportar parte de sus excedentes a los fondos de reconstrucción de vivienda que se están constituyendo en el país, haciendo las modificaciones legales del caso. Después de todo, empresas privadas están aportando recursos económicos y materiales para ello. El Infonavit, después de todo, es un fondo creado para ese propósito y sus activos son de 928 mil millones de pesos (https://goo.gl/3X7dXr). Esa cantidad es semejante a los activos de Banorte, el cuarto banco más grande del país y alrededor de 5.0 por ciento del PIB.

Infonavit tiene fondos muy importantes que ante esta tragedia no pueden quedar ociosos, mucho menos cuando los dueños de esos activos son trabajadores que los necesitan con urgencia.

Twitter: @ecardenassan

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Enrique Cárdenas Sánchez

Economista, exrector de la UDLAP. ExDirector del Centro de Estudios Espinosa Yglesias. En 2019 fue candidato a Gobernador de Puebla en las elecciones extraordinarias. Director de Puebla contra Corrupción e Impunidad