Desde abril de 2017, Venezuela no ha conocido paz. La Casa Blanca y la derecha neoliberal venezolana han sabido captar con astucia, que las condiciones están dadas para darle un golpe final a la revolución bolivariana: la crisis económica y la crisis de desabasto generaron un enorme descontento en la población y una parte del chavismo no salió a votar a las elecciones a la Asamblea Legislativa de diciembre de 2015. Esto provocó que la derecha por segunda vez en más de quince años, ganara unas elecciones después de haber perdido 17. Crisis económica, crisis de desabasto en gran medida provocada por la derecha misma, pérdida de la mayoría en la Asamblea Nacional, fueron los elementos que se conjugaron  para que Washington y el antichavismo desataran una brutal ofensiva contra la revolución bolivariana. En los últimos meses, particularmente en 19 municipios en los cuales gobierna la derecha, se han desatado las llamadas “guarimbas”, que no son sino manifestaciones callejeras violentas que han dejado un saldo cruento de más de 100 personas muertas. Los grandes medios de comunicación han magnificado estas protestas, y creado la imagen de una Venezuela sumida en el caos y gobernada por una dictadura sangrienta y totalitaria.

La derecha neoliberal mexicana ha aprovechado esta situación para una vez más desatar una campaña de terrorismo ideológico, en la que se dice que esto sucederá en México si Andrés Manuel López Obrador llega a gobernar. En esto ha sido ayudada por la derecha neoliberal venezolana que se ha prestado para atacar a Andrés Manuel y en una ocasión al menos, reventar un evento en el que personal diplomático haría uso de la palabra. Se ha aprovechado el hecho de que algunos dirigentes de Morena sean simpatizantes de la Revolución Bolivariana para equiparar a Morena con el chavismo. La postura oficial de Morena respecto a Venezuela es la siguiente:

-- 1. Morena exhorta al gobierno mexicano a mantenerse en los cánones de la Doctrina Estrada, es decir la de no intervención en asuntos internos de otras naciones.

-- 2. Morena deplora que el actual gobierno Mexicano abandone esta política y se sume al concierto intervencionista urdido por gobiernos hoy dominados por la derecha neoliberal.

-- 3. Morena no necesita copiar modelos  de transformación social ensayados en otros países. La copia siempre ha sido un fracaso, por ello Morena se inspira en la propia historia de México y en el ideario de los próceres nacionales.

-- 4. Morena es partidaria de la lucha pacífica y legal y deplora que la defensa de una postura ideológica o política implique el hacer uso de la violencia. En los 13 años en los cuales ha salido a las calles, no ha habido un vidrio roto o una pared graffiteada por parte de los lopezobradoristas.

-- 5. Andrés Manuel nunca tuvo contacto con el comandante Hugo Chávez, no lo  conoció personalmente, nunca viajó a Venezuela. Lo mismo puede decirse con respecto a Evo Morales y Bolivia, y Rafael Correa y Ecuador.

-- 6. En todo caso, Morena hace una exhortación general a las partes en conflicto a que encuentren una solución pacífica y negociada para que la paz vuelva a Venezuela. Son los venezolanos mismos los que deben encontrar la solución a la crisis política que vive su país.

Afiliados, militantes y dirigentes de Morena podemos tener una postura de simpatía o de antipatía con respecto a la Revolución Bolivariana.  Como Morena es un partido de hombres y mujeres libres, podemos expresar nuestras opiniones abiertamente. Pero la postura oficial del partido,  es la que líneas atrás he intentado reseñar. Lo demás no es sino interesada calumnia