Se recompone el mapa político para el JJ

  • Carlos Flores Mancilla
El descarte de Barbosa. Pautas para Abdala y Armenta. Planes de renuncia del edil cholulteca.

Cuando todo parecía que Luis Miguel Barbosa iba directo a la candidatura por el gobierno del Estado de Puebla, postulado por Morena, de última hora todo abortó. Fue el mismo senador poblano -ayer perredista, hoy petista- quien se encargó de descartarse y como si tuviera el dedo divino, señaló a Alejandro Armenta Mier y Rodrigo Abdala como los suspirantes más idóneos para buscar la nominación.

De esta manera, el mapa político para José Juan Espinosa se recompone. Ayer en los corrillos cholultecas, trascendió que en las próximas semanas, el alcalde de San Pedro Cholula solicitará licencia para separarse del cargo para participar en las actividades políticas de Morena, previo a los destapes de candidatos a los diferentes cargos de elección popular.

La propuesta inicial del JJ estaba enfocada hacia la candidatura por una senaduría, NO por la gubernatura, ya que los dados estaban cargados hacia el tehuacanero Luis Miguel Barbosa, pero una vez que personalmente el senador petista se descartó, nuevamente renacen las esperanzas para José Juan, quien asegura que ni el ex priista Alejandro Armenta, ni Rodrigo Abdala,  tienen el suficiente capital político para asegurar una victoria. En una palabra: No son “gallos”.  

El problema del JJ es convencer a los militantes de Morena para avalar sus aspiraciones políticas, pues resulta que en cada evento, con o sin su presencia, José Juan Espinosa es vapuleado por los asistentes, quienes piden que Morena no cobije a “políticos chapulines”. Testigo del repudio, no solo al JJ, sino a todos los políticos advenedizos ha sido Gabriel Riestro Medinilla, Presidente del CDE de Morena.

Ante ello, la dirigencia de Morena debe ser muy cuidadosa en la elección de sus abanderados para evitar derrotas electorales y la pérdida de credibilidad de sus simpatizantes. 


Los adelantados más que nerviosos

Conforme se acercan los tiempos para la selección de candidatos a cargos de elección popular, la clase política poblana está más que nerviosa.  A los adelantados se les queman las habas por iniciar de manera abierta labores de   proselitismo, aunque a decir verdad, los suspirantes de manera soterrada, ya  están haciendo precampaña. Casos específicos: el chilango Luis Banck Serrato, al acatzingeño Alejandro Armenta Mier, al originario de Zacatlán, Juan Carlos  Lastiri Quirós, al chiapaneco Javier López Zavala, el chilango Fernando Manzanilla Prieto, al cholulteca  José Juan Espinosa, al oriundo de Tehuitzingo, Alberto Jiménez Merino, al tico Luis Alberto Arriaga y Martha Erika Alonso de Moreno Valle y demás fauna.

Los cargos de elección popular a ocupar en el próximo año, son muchos, pero  los suspirantes, son mucho más. El interés que los mueve es simple: Además  de disfrutar la beca por el periodo constitucional, ahora tendrán la oportunidad de reelegirse en el cargo, de acuerdo con las recientes reformas electorales, las cuales lamentablemente no incluyeron la eliminación de los senadores y diputados plurinominales, quienes sin haber sido electos por los ciudadanos, indebidamente sí deciden por ellos.

El botín político es apetitoso, pero ahora los suspirantes tendrán una misión casi imposible: Convencer a la ciudadanía, tomando en cuenta que los electores ya no creen en los políticos. El rechazo hacia ellos es total y absoluto, pero como dice el dicho popular: No hay de otra, solo con esas mulas hay que arar. Salucita de la buena.     

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