De los 70 millones de usuarios de internet registrados a la casi mitad del semestre  de2017, un 97 por ciento usa las redes sociales, lo cual es un indicador potencial para detonar la lectura rápida  y la transformación.

Por esta razón, en 140 caracteres detonan la nueva tendencia.

Al principio y cuando inicias en Twitter, no se entiende mucho, pero sólo basta un par de horas de práctica para convertirse en maestro  para pasar de fail a un crack dentro del mundo de las arrobas @ hashtags #, en general la confusión es parte de poder entender el sistema y adentrarte a la maravilla de ser visible.

Aclarando que no es lo mismo Twittero, que gatero (por eso de que al signo #, en México comúnmente lo relacionamos con el gato) y arrobero, considerando que existe en la jerga virtual una foto gatera te define más que una arroba bien posicionada.

-Hashtag , #es fresa, porque arrobar es la ond@, es lo de hoy…-

De igual forma se tiene que pasar por múltiples o miles de personalidades, en las  exponenciales esferas que dan alarde de lo que en la mayoría de los  sitios más renombrados son los que dan la nota periodística.

De ahí que debemos rememorar el pasado para traerlo al presente, como aquella enciclopedia que incluía mil libros condensados en dos tomos, y que significaba más que un “tumba burros” para todo estudiante; sino la oportunidad para dar una lectura de solapa.

Así mismo, con estas nuevas formas de comunicación, el conocimiento de una persona sobresale por lo que ejemplifica, dice o “sale de su boca”, porque finalmente más que mencionar los tres libros que han marcado nuestra vida, la esencia en las redes sociales es la manera en cómo “toreas  y capoteas” el intelecto.

Por eso los lectores deben estar en la  tendencia que impacta y eso es genial, porque el valor agregado a la imaginación es fundamental para tener la atención de hacer redes y dar rienda suelta a tener un contenido breve pero conciso y pertinente, ya que a menos rollo, más tiempo para ser certeros.

En épocas pasadas, verbo mataba carita, y los políticos hasta cantantes salían o bailadores, por no destacar cualidades  de identidades que hasta el día de hoy no dejan de ser fuera del asombro y de la imaginación de héroes del siglo XXI y hasta del XXII.

Además,  lo interesante de las redes sociales como Twitter es que te permite generar una marca y a varios seguidores potenciales.

Por ejemplo, encontramos personajes con los que millones de seguidores se identifican y convierten en ídolos de primera mano. Ejemplos como FernaFloo y Soy Luna lo confirman, más de 2 millones de seguidores por ambos flancos, tanto en  youtube y twitter.

Otros ejemplos son políticos, estrellas de cine, actores de primera talla e incluso nuestros rockstar, con dos líneas pueden impactar en nuestras mentes, ¿pero eso es producto de la mercadotecnia, o es producto del poder de consentimiento de un branding estructurado para re-inventar la necesidad de consumo y de cambio cultural?

Al parecer el Storytelling revolucionará nuestro sentido más profundo de poder hacer que los sentimientos pasionales transformen el anecdotario de los hechos.

Dos ejemplos claros son la Odisea de Homero y Romeo y Julieta de Shakespeare, donde la estructura de las historias nos tienen peor que en una TvNovela de las más asiduas como lo fueron Rina, el Maleficio o  el Derecho de Nacer, por mencionar no a las más taquilleras, pero las que han dejado huellas generacionales y pasionales en un  México sin flujo económico.

Sólo se debe de analizar la secuencia de emociones y veremos que, hoy por hoy, el anecdotario  del manejo de las notas informativas nos deben de mover con el mismo sentido, pero como lo hemos desarrollado son en menos palabras más detalles y  con la exactitud de crear nuestra enciclopedia cultural.

Esperemos que esta tendencia, logre un cambio generacional porque lo que está marcando la historia del cambio es que los blogueros, youtuberos y twitteros por mencionar algunos serán quienes cambiarán la cultura del entrenamiento y la tendencia de opinión por lo cual esperemos que si pasamos  de la canción del engaño hasta un “suavecito, suavecito” que no era el de Laura León con pasos  más provocadores de lo que fue Lambada y que en esos días fue casi a la hoguera, mientras que hoy nada pasa y todo es normal.

En síntesis, estamos por dejar pasar del foco verde al rojo, sin darnos tiempo que el color ámbar del semáforo de lo que pasa, nos va a causar una factura, ¿cuál? No sabemos pero debemos de estar pendiente en los 140 caracteres de hoy.