Marcha por la ciencia
- Said Robles Casolco
Más de 500 ciudades apoyan a la Ciencia y Tecnología alrededor del mundo a través de marchas trascendentales por la alarmante desaceleración de un entorno con necesidades tan básicas como transformar el aire, el agua y la vida; y que agobian a nuestra pequeña canica azul en el universo, la cual merece cambiar con inteligencia y calidad.
Nuestro país ya tomó acción en este llamado mundial a partir de la consternación de la comunidad científica y académica, la cual marca a cada instante la pluralidad e irrenunciable pro actividad de un México tenaz y solidario, frente a un cambio cercano, ya que “la ciencia debe de estar presente en la sociedad”.
De esta forma, las preguntas obligadas por parte de nuestros lectores podrían ser:
¿Y por qué apoyar a la ciencia?
¿Por qué y para qué…si yo estudio?
¿Quiénes son los científicos?
De atrás para adelante y de “escalerita”, me permito compartirles mi opinión.
Primero: En encuestas realizadas por diferentes universidades en México, el desconocimiento de científicos nacionales es irreconocibles, inconcebibles y olvidados por la mente de cualquier persona. ¡Muy mal!
Nadie responde ¡Sí! Al identificar de manera firme a un científico; es complicado observar un “Sí conozco al doctor Manuel Sandoval Vallarta”, por ejemplo.
Al único que se recuerda es a duras penas a Einstein y eso por que saca la lengua y se ve cool… ¡Claro en mi playera!
Segundo: La educación básica y lo que se logre, es obligación del gobierno y lo que me toque es lo que encontré. Por ejemplo, es común encontrar este tipo de respuestas:
-me fue súper difícil encontrar lugar en la UNI.
Así que la culpa no es del estudiante, es de quien y “cómo llegaron los profes y aquellos que me dejan tarea y una que otra investigación, lo demás es para los sabelotodo”.
Tercero:
La economía del país tiene como prioridad una sociedad transformadora basada en el conocimiento, innovación y la generación de una economía mas ágil y disruptiva.
Sólo basta considerar:
La caída del petróleo y la incertidumbre de un cambio incierto en las políticas Yankee, situaciones que nos consumen en un México a la baja de los apoyos a Ciencia y Tecnología, la operación del Producto Interno Bruto va en descenso y estimativamente no llega al 1 por ciento.
Por otra parte, debemos estar atentos a la investigación generada por los cambios bélicos. Desde mi perspectiva estos tiempos estarán orientados hacia el desarrollo y aplicación de un concepto militar. Consideremos que las soluciones serán de oportunidades y verdaderos retos, por lo cual es preciso que estemos pendientes.
Y finalmente ¿cómo impacta la tercera pregunta a la parte académica?
En varias consecuencias:
--Falta de nuevas tecnologías mexicanas.
--Impacto mundial de lo hecho en México y diseñado en México.
--Necesidad de inserción de una visión y opinión de científicos en la agenda política mexicana y el cabildeo de propuestas a apoyos en investigación y normatividades en el crecimiento científico y aplicado.
--Transformación de modelos basados en ciudades del conocimiento para generar ciudades inteligentes y creación de parques tecnológicos.
--Desarrollo de laboratorios nacionales y técnicos de certificación para la capacitación tecnológica, así como la incorporación de licenciaturas bilingües de impacto mundial.
No olvidemos que las necesidades se generan y se resuelven a partir de el ingenio de los ingenieros, aplicando las horas del laboratorio y la inquietud y desafío el ojo agudo de un científico y colaboradores.
Por esta razón, vale la pena unirse a la causa de una “MARCHA POR LA CIENCIA”, en silencio y con respeto, porque la educación es lo que perdura y es lo que siempre merece prioridad.
Así que exhorto a cada uno de nuestros lectores a acudir este sábado 22 de abril a Marchar y Alzar la voz, ya sea de forma independiente o en grupo con una pancarta, una cartulina, una imagen o solamente con la frente en alto.
“Por los que se rifan y por los que nos rifamos, amemos a al ciencia, porque es el futuro de un mundo con necesidades inteligentes”.
Porque el planeta necesita una sociedad capacitada para entenderla y aplicar más horas, para poder entender ahora sus enfermedades y adicionar píldoras de amor científicas.
Opinion para Interiores:
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Es profesor-investigador en el área de Innovación y Tecnología del Instituto Tecnológico Gustavo A. Madero, con más de 25 años de experiencia académica en el área científica; con una producción de 31 solicitudes de patente y artículos de investigación nacional e internacionales.