La tormenta de las automotrices parece que no tiene fin. Un día son tuits y el otro artículos en revistas y periódicos que impregnan de nerviosismo al muy dinámico sector. Inclusive el peso ya de por sí debilitado, ha sufrido uno tras otro embate en esta ola especulativa y que por momentos sabe a amenaza. Ante este panorama y con el permiso de su autor, Scott McDonough buen amigo y financiero de grandes ligas, traduzco lo mejor que puedo y comparto una reflexión llena de datos y argumentos valiosos en estos momentos:

 “Para aquellos amigos que consideran que la idea de Trump de restringir el comercio con México es algo bueno, les comparto algunos datos.  

“México compra más de 200 billones de dólares de productos hechos en Estados Unidos cada año. En términos de las exportaciones, México ocupa junto con Canadá el segundo lugar y dobla a China quien es el tercero. Más de 6 millones de empleos en Estados Unidos dependen directamente del comercio con México.

“También el comercio con México y altamente inter-dependiente. Todos esos vehículos hechos en México sobre los que Trump adora tuitear contiene casi la mitad de partes  elaboradas en Estados Unidos que son enviadas para su ensamblaje final en México. De hecho el 40% del contenido que todo lo que México produce y envía a Estados Unidos viene del mismo lugar (Estados Unidos). La cadena de abastecimiento México- Estados Unidos es muy compleja y simbiótica. Mucho de lo que contienen los autos producidos en Estados Unidos viene de México. México ayuda a los productores de Estados Unidos a ser más competitivos y viceversa. Solamente el 4% de lo que contienen los bienes importados por Estados Unidos de China es producido en Estados Unidos.

“De manera adicional, les puedo apostar que no saben que México es el segundo lugar de origen de Turistas que viajan a Estados Unidos cada año, seguidos por Canadá. En el 2014, más de 17 millones de turistas mexicanos visitaron Estados Unidos y gastaron su dinero en este lugar. El número tres es el Reino Unido aportando solamente 4 millones… No puedo dejar de mencionar que poco más de 25 millones de turistas Estadunidenses visitaron México en el 2014, opino que es algo muy bueno.

“El Comercio con México beneficia a Estados Unidos y a sus trabajadores. Entrar en una guerra comercial con México representaría una gran pérdida para ambos países. Por favor difundan esto”. Fin de la excelente e inspirada reflexión. Tarea cumplida querido Scott.

No puedo estar más de acuerdo con el anterior argumento. Cualquier acción que desestabilice a México solo lastimará en el mediano y largo plazo el tejido social de nuestros vecinos del norte. Más de un analista ha notado que el ataque se ha centrado principalmente en la industria automotriz, la que precisamente hasta tiempos recientes tuvo que ser rescatada por el Gobierno Estadounidense con dinero de los impuestos (Ford, GM). Esta quiebra técnica y crisis financiera no fue culpa de las inversiones realizadas en México, no. Fue responsabilidad de una industria poco ágil e innovadora y con alto índices de corrupción que hoy parece esconderse tras las enaguas del poder político y olvida que en sus peores momentos fue precisamente la gran alianza comercial con México lo que impidió su hundimiento total.

Y más interesante aún es que muchas personas tienen en sus roperos ropa de la marca Trump o de Ivanka (Trump) y en la etiqueta la leyenda de hechos en… cualquier lugar del mundo menos en Estados Unidos. ¿Proteger a los obreros Estadounidenses? No parece ser el caso, más bien lo que vivimos es un discurso profundamente populista difundido por alguien que se niega a darse un disparo en el pie.

Estamos a pocos días de la toma de protesta más esperada y temida de la historia reciente, seguramente los movimientos sociales con la marca Obama y Bernie tomarán una gran fuerza, y los riesgos de que la economía mundial y local se estanque son grandes.

Si en 4 años el futuro Presidente no ha logrado cumplir sus grandes promesas podrá irse despidiendo de su mandato.

Es cuánto.