Pasos para un transporte público de primer nivel

  • Pablo Fernández del Campo
Derecho a la ciudad. Movilidad urbana. Transporte público seguro y de primera

Durante octubre presenté ante la actual Legislatura del Estado una Iniciativa que considera diversos aspectos tendientes a la mejora sustancial del servicio de transporte público, por medio de ciertas bases y lineamientos que deberán regir los servicios de transporte.

La movilidad ya no es un asunto aislado, sino que, por el contrario, se encuentra dentro de las prioridades en las agendas gubernamentales, donde una de las acciones para lograr condiciones de movilidad urbana es la atención del transporte público, que debe reunir características de accesibilidad universal, así como también normas de seguridad para el peatón y ciclista, como se ha insistido en el Congreso Estatal por medio de diversas iniciativas.

El primero de estos criterios que propongo se refiere a la preeminencia del interés general sobre el particular, pues es la única manera en que en realidad se incremente la calidad del servicio, al vencer los tradicionales procedimientos de hace décadas.

Asimismo, es de vital importancia la procuración de calidad, accesibilidad, seguridad, regularidad, rentabilidad, sustentabilidad, cobertura y eficiencia, de modo que la prestación de este servicio público abarque a todos los sectores de la población, sin segregación de nadie, al tiempo de cumplir con estándares mínimos de operación adecuada.

La competitividad en igualdad de circunstancias entre los sujetos económicos que participen en el servicio, bajo el control y con la concurrencia del Estado como ente rector de la planeación, control, regulación y vigilancia del transporte y sus actividades conexas resulta fundamental para que desaparezcan viejas prácticas y se ponga en primer lugar al ciudadano que diario se traslada por este medio.

También es importante trabajar sobre la compatibilidad de los sistemas de transporte con el desarrollo urbano armónico, las necesidades de la población, la seguridad, calidad de vida, la preservación, conservación y restauración del medio ambiente.

Finalmente, es preciso destacar la necesidad de una disponibilidad general de los servicios, al evitar cualquier clase de discriminación al atender a las necesidades y circunstancias particulares de personas con discapacidad y grupos vulnerables.

Una ciudad moderna, con oportunidades y equidad para todos sus habitantes requiere de un sistema de movilidad seguro y efectivo con el que se cumplan parámetros de calidad y accesibilidad que se registran en cada vez más centros urbanos del mundo.

Desde luego, el transporte es un medio para acceder a derechos, oportunidades, bienes y servicios en las ciudades, y su objetivo es asegurar el acceso equitativo de todos los habitantes a la vida productiva; por esto, se vuelve necesario que el transporte se encamine a garantizar la movilidad de personas u objetos a través de modificaciones en la Ley de Transporte para el Estado de Puebla.

Es momento de empezar a dar los primeros pasos para contar con un sistema de movilidad urbana que destaque y sea ejemplo de civilidad e inclusión, acorde con las ideas modernas de Derecho a la Ciudad que cada vez cobran mayor fuerza entre la sociedad, pues es ella la que nos exige este avance a nivel local y nacional.

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Pablo Fernández del Campo

Mexicano y poblano universal. Esposo y padre de familia. Runner. Impulsor de ciudades y zonas metropolitanas deseables y resilientes. Maestro en Políticas Públicas. Consultor.