A escasos días del “súper martes” (no entiendo porqué a todo los gringos le llaman súper, y sin querer recordé -- tristemente para los gringos y ese afán suyo de puntualizar su “destino manifiesto”-- antes que nada a SuperCan, después naturalmente a SuperMan, luego a SuperGirl y así sucesivamente, y ya no sigo citando más Supers porque me desviaría de la intención original de este texto) empiezo a notar en las poblaciones del mundo, México particularmente, una especie de “vuelta a la vida”, de regreso del alma al cuerpo, de tranquilidad, producto de que pareciera irse alejando la amenaza del holocausto de un triunfo de Trump.

Ciertamente después de los debates, el sentir generalizado pareciera ser de un triunfo de Hillary, excepto un gran cisma que provocara su debacle. Según algunos expertos numerólogos, Clinton lleva una ventaja en la preferencia del voto de primer grado, el voto ciudadano, del 5 por ciento, pero en el voto importante, el voto de segundo grado, o voto del Colegio Electoral, la diferencia es del 37 por ciento, le faltan 10 delegados para lograr el triunfo, esto significa que está a menos del 4 por ciento de la victoria contra casi el 40 por ciento que separa a Trump de ella.

Ciertamente votar por Trump es votar por lo peor que un político puede representar como persona, misógino, bravucón, fanfarrón, prepotente, acosador, ignorante, presuntuoso, pero si ponemos atención, las objeciones vienen hacia lo que él significa como persona, en su descargo podría señalar que no representa riesgo como proyecto social o de grupo. Ciertamente es empresario exitoso, pero no representa a este sector, lo que confirma una máxima de que a veces es más fácil tener dinero que cultura, que no es malo, pero muchas veces provoca, como se confirma en este caso, que como decían los abuelos “el pez por su boca muera”.

Y aunque estaban dadas las condiciones para una apabullante ofensiva de Clinton contra Trump en el segundo debate, ello no fue así, una hipótesis que manejo es que haberlo hecho podría haber provocado un gran vacío electoral el día de las elecciones restando toda su legitimidad al sistema político norteamericano, ya bastante golpeado por los resultados de los últimos procesos, con honrosas excepciones, y ello permitió la supervivencia política de Trump por unos días más, no fue tanto por su estrategia arrabalera, llena de insultos, amenazas y descalificaciones, por su estilo fajador, más que nunca tan a tono con su personalidad como lo atestiguan sus conquistas, sino debido a intereses externos que es conveniente desentrañar, desenmadejar para entender los riesgos que nos acechan, y que mostrarían que nuestro alivio es infundado, es más, deberíamos estar aterrorizados  .

Muchos se fueron de inmediato con la finta de la supervivencia de Trump, hasta se acuñaron hashtag, columnas y textos con títulos como #WalkingTrump: el Trump que camina como zombie, pero camina, Trump no esta muerto, etc. No es cierto, Trump esta muerto políticamente, Trump no puede ganar, y esto es lo preocupante, Hillary no significa nada mejor ni para México ni para el Mundo, debemos ser objetivos y ponernos en guardia.

Sobre Hillary Clinton existen fundadas sospechas de que no está bien de salud, ¿porqué no deja la campaña y se va a su casa? ¿Acaso los compromisos que ha contraído la obligan a arriesgar su vida?

Si notamos su desarrollo profesional y personal podemos observar que sí, como dicen algunos analistas, es candidata de la oligarquía, nacida en una familia de clase media, norteamericana, lo que hace gran diferencia con las de otras latitudes y naciones, fue educada en escuelas de élite y graduada en Yale como abogada.

En 1975 se casó con un joven igualmente ambicioso, William Jefferson Clinton. Fue la primera socia del bufete Rose Law Firm y, en 1993 cuando W. Clinton llegó a la Presidencia, Hillary encabezó la cruzada para la reforma del sistema de salud de Estados Unidos.

En 1996 se convirtió en la única primera dama en ser citada judicialmente, por el escándalo de bienes raíces de Whitewater, aunque nunca se le fincaron acusaciones formales. También trabajó como directivo en el consejo corporativo de Wal-Mart, además, a lo largo de su carrera política, ha recibido millones de Wall Street en apoyos. La Fundación Clinton se basa únicamente en el patrocinio de empresas como Wal-Mart, GE y Goldman Sachs. Estos vínculos le han permitido dar conferencias en estas instituciones.

Las elecciones de 2016 mostraron todo el peso de este aparato de poder, las grandes cadenas como  CNN, Fox, NBC, ABC, CBS, PBS, la Associated Press, declararon un día antes de las primarias de California que Clinton era la "presunta" nominada, la realidad comprobó su dicho.

El problema para las demás naciones es que Clinton, por ejemplo, impulsó junto con sus colaboradores la reforma energética de México para quitarle el monopolio a Pemex, una iniciativa que propuso y concretó el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y que beneficia a las grandes empresas petroleras internacionales como Exxon, Mobil, Chevron y BP. También impulsó desde el Senado la guerra de Irak y que quemar la bandera norteamericana fuera considerado un crimen federal. En Honduras, como Secretaria de Estado, apoyó el golpe militar de derechas que derrocó al presidente Manuel Zelaya, en Libia persuadió al presidente Obama para derrocar el régimen de Gadafi. Continuó esa misma línea agresiva en Siria apoyando a los rebeldes.

De este modo, el posible triunfo de Hillary no significa sino el triunfo de los grupos de derecha, los impulsores del modelo neoliberal, que organizados en todo el mundo, se aprestan a derribar los rescoldos que quedan de gobiernos populares, socialistas o comunitaristas. Con una élite trasnacional, aliada de las élites nacionales, impulsan una clase política que llegue al poder, de la forma que sea, e impulse medidas y leyes que les permitan usufructuar los recursos naturales, económicos, sociales y de todo tipo, por encima de leyes nacionales o secundarias que reconozcan derechos de pueblos, etnias y grupos sociales.

Es de tal modo, que impulsan hidroeléctricas, mineras, petroleras, eólicas, que destrozan centros culturales y ceremoniales, recursos y ambientes naturales, congregaciones habitacionales o poblacionales y ecosistemas completos. En suma, estamos dominados por una clase que considera que el mundo y sus habitantes no importan, y que aliados a gobiernos cacocráticos, disfrazados de democracias, instauran gobiernos represivos y corruptos que ponen en riesgo la supervivencia del hombre en la tierra, su miopía es tal que ni siquiera se dan cuenta que es el mismo mundo para todos.

Están pagando las consecuencias, y en lugar de cambiar, endurecen sus políticas sin notar que con ello sólo aceleran el derrumbe del régimen, no se dan cuenta que no hay a dónde ir.

Bibliografía:

Aguilar Camín, Héctor. (2016) en http://mundonuestro.mx/index. php/en/secciones/2016-politico/ item/569-walkingtrump-el muerto -en-vida-no-esta-muerto

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Scarpellini, Pablo (2016) Yahoo, Redacción en https://eleccioneseeuu2016. yahoo.com/ crecen-sospechas-sobre-la-salud-de-hillary-clinton-204449397.html

Aistegui, Carmen (2016) http://aristeguinoticias.com/2907/mundo/y-quien-es-hillary-clinton/

Ángel Ferrero. http://katehon.com/es/article/por-que-hillary-clinton-es-mucho-peor-que-trump

Alexander Azadgan en http://katehon.com/es/article/hillary-clinton-y-la-oligarquia-corporativa-cleptocratica 05-07-2016