En estos días de recordar a los seres queridos que han muerto, existen en distintos campos del quehacer científico nombres relacionados con las actividades del hombre, destacan sin duda las investigaciones del desarrollo embrionario de las moscas de la fruta (Drosophila melanogaster), sí esas moscas de ojos coloridos que ponen sus huevos y se desarrollan en la fruta madura. Los estudiosos de estos insectos les ponen nombres en base a sus características, de tal forma que los investigadores como el Dr. O´Connor en los 90´s del siglo pasado y ganador del premio Nobel, o más recientemente el Dr. Nüslein-Volhard del Instituto Max Planck en Tübingen, Alemania, estudian el desarrollo de la mosca.

Estos investigadores han encontrado mutantes en los cuales el desarrollo del cuerpo se separa del de la cabeza y por esto las han nombrado “desmembradas”, otras variantes que sólo es visible su esqueleto la variedad “fantasma”, una tercera en que se desarrolla como una masa ha sido denominad “momia”. Como todos estos defectos resultan de manipular los genes que comandan el desarrollo, los genetistas les han denominado variantes Halloween en base a la tradición de muertos anglo-sajona que se deriva de la contracción de All Hallows' Eve, que significa la víspera de Todos los Santos. Es también conocido como Noche de Brujas o Día de Brujas, es una fiesta moderna resultado del sincretismo originado por la cristianización de las fiestas del fin de verano de origen celta, aunque es un festejo religioso. Los inmigrantes irlandeses transmitieron la tradición a los Estados Unidos de América y se ha ido difundiendo a toda Latinoamérica. Sin embargo, en México, los orígenes de la celebración del Día de Muertos son anteriores a la llegada de los españoles.

Existen registro de celebraciones en varios grupos indígenas como los mexicas, los mayas, los purépechas y los totonacas. El día de los Muertos es una celebración tradicional que honra a los difuntos, se celebra principalmente los días 1 y 2 de noviembre, aunque en algunos lugares comienza desde el 31 de octubre, coincidiendo con las celebraciones católicas de Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos. Debemos destacar que la Unesco la ha declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Así que a honrar a los difuntos y a pensar que la ciencia también recibe la influencia de tan importante acontecimiento.