Estudios sobre la tartamudez

  • José Ramón Eguibar Cuenca
Aves y humanos, similitudes. Canto y lenguaje. Los pinzones y la tartamudez. La zona X.

[Dirección General de Investigación, Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla]

Las aves canoras: un modelo adecuado para el estudio de la tartamudez.

El Dr. Erich Jarvis de la Universidad de Duke en Carolina del Norte de los Estados Unidos de América ha estudiado el canto de las aves canoras, en especial de pinzones. Al realizar sus estudios de las estructuras del cerebro que controlan y modulan el canto, descubrió que algunos ejemplares repetían una nota en su canto, lo que hacía perder el ritmo de la melodía, algo muy similar a lo que sucede en humanos afectados de tartamudez. Un aspecto importante de la similitud entre el canto y el habla es que se aprende por imitación, como sabemos el lenguaje tiene un número limitado de letras (28), que al combinarse bajo ciertas reglas dan origen a frases y oraciones. A esas reglas le llamamos sintaxis y esta propiedad la tienen también la melodía del trino de los pinzones.

Un hallazgo importante es que el área que controla el ritmo del canto de las aves, se denomina zona X, es equivalente en el humano, al cuerpo estriado, un grupo de neuronas en lo profundo del cerebro, que forma parte de los ganglios basales. Los ganglios basales se encargan de coordinar los movimientos incluyendo los relacionados con la emisión del canto. El tartamudeo es entonces la repetición de una nota en el canto o de una palabra al hablar y tiene que ver con un daño en los ganglios basales. En base a esto el Dr. Liu de la Universidad de Rockefeller fue capaz de producir pájaros tartamudos al introducirles en los ganglios basales mutaciones similares a las de la enfermedad de Huntington, que sabemos afecta a los ganglios basales en humanos. Los enfermos de Huntigton padecen problemas del habla y de la comunicación incluyendo tartamudeo. Algo similar se puede hacer en ratones que vocalizan ultrasónicamente (más allá de lo audible para los humanos) al interactuar socialmente, si se les lesionan los ganglios basales repiten sus sílabas ultrasónicas. Esto una vez demuestra lo valioso de los estudios básicos que en el futuro permitirán desarrollar mejores tratamientos para niños y adultos afectados de tartamudez.

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José Ramón Eguibar Cuenca

Director General de Investigación de la Vicerrectoría de Investigación y estudios de Posgrado BUAP, médico de profesión y doctor en neurociencias. Es miembro del SNI y la Academia Nacional de Medicina