Querer no es poder, hay que saber también

  • José Guadalupe Sánchez Aviña
¿Lo dijo el ché Guevara realmente? Henry-Louis Mencken. El magisterio disidente.

En uno de mis constantes recorridos por facebook encontré publicada una imagen del Che Guevara acompañado por el siguiente texto: “El hombre más peligroso para un gobierno es el hombre capaz de pensar por sí mismo”, lo primero que llama mi atención es que relacionen al Che Guevara con palabras de un periodista norteamericano de finales del siglo XIX y principios del siglo XX como es Henry-Louis Mencken, así como el notar que cometen la desagradable acción de recortar y descontextualizar la expresión original de 1919: "El hombre más peligroso para cualquier gobierno, es el hombre capaz de pensar por sí mismo, sin fijarse en las supersticiones ni en los tabúes predominantes. Casi inevitablemente llegará a la conclusión de que el gobierno bajo el cual vive es deshonesto, demente e intolerable, entonces, si es un romántico intentará cambiarlo. Y aunque él no sea un romántico, es muy posible que disemine el descontento entre aquellos que sí lo son".

Si en medio del contexto en el que se encuentra el sistema político mexicano, lo que pretendía la persona que lo publicó fue ensalzar la labor revolucionaria que “el magisterio” representa frente al aparato gubernamental, en contraparte, de todo lo negativo que a su parecer representa la autoridad administrativa del Estado, pues me parece desafortunada, considerando que lo expuesto como argumento a favor, se puede utilizar en contra de cualquiera que atente contra el libre ejercicio del pensamiento como característica del ser humano libre, esto incluye a las cúpulas sindicales que impiden el empoderamiento del profesor y reproducen un sistema que en su discurso rechazan.

Centrando la atención en la palabra gobierno que se utiliza en el texto de manera central, encuentro que una de sus acepciones más sencillas según la Real Académica de la Lengua (RAE), significa “Docilidad de la nave al timón”, es decir, que la acción de “gobernar” se traduce, según la misma RAE, como “Guiar y dirigir”. “Manejar a alguien, ejercer una fuerte influencia sobre él”; de esta manera me hace pensar en el efecto de inhibir el desarrollo responsable de ciudadanos, abriendo la posibilidad de manipulación de los gobernados por parte de los gobernantes; situación que desde luego rechazo, venga de donde venga, insisto.

Volviendo al texto expuesto, eso de “…pensar por sí mismo sin fijarse en las supersticiones ni en los tabúes predominantes” me parece central en la promoción del cambio tan necesario en la forma de organizar y distribuir el poder en el sistema educativo mexicano, las viejas estructuras hoy son severas limitantes. Si a esto le agregamos lo expuesto en otro fragmento: “Casi inevitablemente llegará a la conclusión de que el gobierno bajo el cual vive es deshonesto, demente e intolerable, entonces, si es un romántico intentará cambiarlo.” Entonces estaremos ante la situación de a) darse cuenta de que la sujeción de la que son objeto por parte de grupos que dicen representarlos se finca en interés de grupos ajenos a ellos, y b) aceptar que la situación debe cambiar y que su empoderamiento es acción obligada e impostergable.

Si lo dicho en el párrafo no fuera suficiente, recurro a la última frase del original del texto: “Y aunque él no sea un romántico, es muy posible que disemine el descontento entre aquellos que sí lo son". Corresponde a la perfección con el papel de agente cultural de cambio de acuerdo con el planteamiento Freiriano; este fragmento hace pensar en el profesor en su calidad de ciudadano empoderado que decide sobre su propia existencia pero también de la sociedad en la que tiene innegable influencia.

No puedo dejar de refrendar mi preocupación de que algunos de los que se dicen defensores del pueblo, de la educación, de la democracia… tengan tan severas carencias formativas en lo teórico y en lo político y que a final de cuentas se conviertan en comparsas del eterno régimen que nos asfixia, muy a pesar de tener buen corazón.

Querer no es poder, hay que saber también, hay que actualizar nuestros referentes teóricos para mejorar nuestros análisis de las realidades que nos toca vivir, para intentar entonces la transformación consciente de aquellas que nos interpelan.

Continuemos con la esperanza en movimiento.

[El autor es profesor de la Universidad Iberoamericana Puebla.

Este texto se encuentra en: http://circulodeescritores.blogspot.com

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José Guadalupe Sánchez Aviña

Doctor en Educación, Sistema Universitario Jesuita ademas de ser maestro en Investigación Educativa por la Ibero Puebla realizó su licenciatura en Sociología por la UNAM . Actualmente es Académico de Ibero Puebla