La ENAH persigue a sus maestros de asignatura

  • Oscar Barrera Sánchez
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En la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) desde hace un tiempo han emprendido una persecución contra algunos de sus profesores y profesoras de asignatura. Ejemplo de estas acciones fueron las exclusiones “inexplicables”, pero arbitrarias, de cuatro docentes en junio de este año. Cabe señalar que dicha persecución y exclusiones se han dado en un clima turbio y que dan más indicios de represión y acosamiento debido a la organización laboral en un sindicato de profesores de asignatura: la Coalición de Profesores de Asignatura y Asistentes de Investigación del INAH.

Estas prácticas oscuras se han presentado durante años y cada semestre los profesores ven amenazada la impartición de sus clases y sin contar con razones suficientes por lo cual se les castigue de esta forma. Por el contrario, siguen siendo despedidos, denostados, ignorados y hasta calumniados en su labor.

Los docentes han establecido mesas de negociación con las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), jurídicamente, patrón de los profesores, sin embargo, algunas Academias (integradas por Profesores Tiempo Completo) dentro de la ENAH no cumplen con los acuerdos. Tal es el caso de la academia de Etnohistoria quien desconoce los acuerdos entre los docentes y las autoridades institucionales, como es el caso de la destitución de Adriana Paola Martínez González y Rodrigo Salomón Pérez. A la maestra Martínez González y al maestro Salomón Pérez les despojaron de materias obligatorias que impartían desde hace varios años, sin ningún tipo de argumentación.

Estas acciones han ocasionado que los profesores tengan que movilizarse para demandar diálogo e interacción con los administrativos de la ENAH, pero no han recibido un intercambio abierto y democrático, que anteponga los derechos humanos y laborales de las profesoras y los profesores, quienes cumplen con las suficientes razones académicas y laborales durante todo el tiempo que han laborado en la institución. Por el contrario, la academia de Etnohistoria respondió con una interpretación tergiversada del reglamento y con una evidente actitud autoritaria.

Asimismo, existe una postura sumisa de la mayoría de los Coordinadores de licenciatura o jefes de carrera, que no enfrentan a las Coordinaciones de academia, ya que, los primeros, al ser profesores de asignatura, prefieren conservar algunos privilegios y sus materias cuando, después de dos años, dejen sus cargos.

Actualmente, hay una preocupación en los profesores que han sufrido asechanza, ya que se habla que quien ocupará la dirección del INAH saldrá de la de Etnohistoria, con lo cual le esperaría un negro panorama a toda la comunidad, no sólo a los profesores de asignatura. La presunta designación de una candidata de esta academia sería una afrenta a los profesores organizados que buscan mejorar las condiciones de los trabajadores de la institución.      

De este modo, lo que pasa en la ENAH es una cacería de los profesores que se organizaron en  la Coalición de Profesores de Asignatura y Asistentes de Investigación del INAH, misma que busca que se respeten los derechos laborales de un amplio sector de docentes que carecen de certidumbre en el desarrollo y continuidad de su trabajo, además de estar a expensas de las Academias de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.

Esperemos que las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia intervengan, ya que ellos son quienes legalmente pueden determinar y resolver los problemas que se presentan en la ENAH y tomar cartas en el asunto ante el uso faccioso de los administrativos de dicha escuela superior.

Picaporte

Ahora el ejército mexicano se encarga de reprimir abiertamente al pueblo, asesinar niños y lesionar a adultos y adultos mayores en Ostula, Michoacán. Sería conveniente llamar a cuentas a su comandante supremo, juzgarlo y dejarle claro en quien radica la soberanía.   

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Oscar Barrera Sánchez

Doctor en Ciencias Sociales y Políticas por la UIA. Comunicador y filósofo por la UNAM y teólogo por la UCLG.