Crónica de un viaje en taxi

  • Fernando Maldonado
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“Hagamos algo por Puebla no quedándonos callados. Envíalo a 10 personas. Por la dignidad, el amor y respeto a nuestra amada e histórica Puebla” concluía el mensaje que a través de Whatsapp corrió la mañana de este viernes a través de cientos de miles de aparatos móviles para expresar enojo hacía el gobernador Rafael Moreno Valle.

Quien ha podido leer el extenso mensaje en el que se habla de traiciones políticas, robos, exclusiones en los programas de obra pública y otras medidas recaudatorias como el programa de fotomulta y la asignación de concesiones a empresas privadas para el manejo de la dotación del servicio de agua potable, tendría que concluir que la estrella que iluminó al mandatario se extingue.

Y es que la figura del titular del Ejecutivo ha sido en las últimas horas la que ha tenido que acusar recibo de las más ásperas palabras de propietarios de automóviles particulares y de alquiler por el virtual colapso de los Verificentros en las últimas horas del plazo, que vencía originalmente hasta este sábado 28 de febrero.

“Este gobierno deberas se pasó” dijo al reportero al medio día de sábado el conductor de un automóvil de alquiler. Sin afeitar y el rostro marcado por los años lucía aún más demacrado por la noche en vela a las afueras del centro de verificación ubicado en avenida Las Torres.

Llegó a las 22:00 horas del jueves y para el día siguiente a las 14:30 después personal del establecimiento le informó que el automotor no pasó, debe regresar para cumplir con esa obligación según establece la norma. Una negativa 17 horas después no pone de buenas a nadie.

“El récord lo lleva un señor que se formó 29 horas” dice con cierto consuelo el hombre entrado en años que no deja de hablar de Moreno Valle como si hubiera encontrado a su peor enemigo a solas, en una calle sin más presencia que la del objeto de su ira.

Del agotamiento pasa al enojo la persona que realiza el traslado a bordo de un auto tipo Tsuru. “No puedo entender por que no hacemos una caravana hasta Casa Puebla y les mentamos la madre por todo este problema que nos han provocado”.

Percepción o no, el conflicto generado tras el colapso del programa de verificación vehicular tiene nombre y apellido para quienes lo han padecido. Alguna estrategia deberán poner en marcha para salvar la imagen del único activo político con el que contaba el Partido Acción Nacional.

No es posible que desde una perspectiva de competencia política a 30 días de comenzar las campañas para renovar la Cámara de Diputados, el gobernante con el que presume el CEN del PAN en una profusa campaña de una “transformación que se vive” se convierta en rehén de los desaciertos de su equipo de trabajo.

El desdoro de las últimas horas ciertamente es atribuible a la falta de preparación de un conjunto de improvisados en el diseño de políticas públicas entre los que destacan el secretario de Infraestructura, Cabalán Macari y el de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial, Mario Rincón González. Ambos son hoy precandidatos a una diputación federal.

El problema entonces, va más allá de una mentada de madre del taxista que la tarde de viernes cumplió con una guardia de 17 horas para que al final se fuera con el cansancio y la frustración a cuestas.

Los alcances del enojo generalizado podrían tener límites hasta el primer domingo de junio. Pero también está por verse. El bono democrático pudo haberse terminad.

Twitter: @FerMaldonadoMX

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Fernando Maldonado

Estudió Ciencias Políticas y ha trabajado en prensa, radio y televisión. Ha publicado en diversos medios. Autor de la columna Parabólica