Constructor de instituciones

  • Víctor Reynoso
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“Alonso Lujambio fue el politólogo más brillante de mi generación”, escribe Jesús Silva-Herzog Márquez al inicio de su ensayo en el libro que sobre Lujambio coordinó Horacio Vives y que publicó este semestre. La afirmación, que podría considerarse como arriesgada o resultado de la emoción, seguramente es compartida por muchos. Es además sustentada y desarrollada por Silva-Herzog. En los otros 14 textos contenidos en el libro, incluida la introducción, se encontrarán elementos para avalarla.

El aporte de Lujambio a la ciencia política mexicana es más notable si se considera que tuvo una intensa actividad política. Formó parte del primer IFE ciudadanizado, “el IFE de Woldenberg” (1996-2003). Fue luego comisionado del IFAI y presidente del mismo. Después fue Secretario de Educación Pública, muy probablemente su cargo público más difícil y más cuestionado. Estuvo cerca de ser candidato a la presidencia de la república cuando lo sorprendió el cáncer que le sesgaría la vida. Regresó para ocupar por unos días su cargo de Senador de la República, cargo que, considerando sus antecedentes y talentos, seguramente habría desempeñado de manera muy destacada.

El IFE no solo permitió la primera alternancia en la presidencia de república, sino que tuvo otros logros notables, como las sanciones económicas al sindicato de PEMEX y a la organización “Amigos de Fox” por haber violado la normatividad de financiamiento público. Lujambio fue actor destacado en ellas, como presidente de la Comisión de Fiscalización. Su trabajo ahí es objeto de análisis en el libro, en el texto de Arturo Sánchez Gutiérrez.

Lujambio pudo hacer de este vínculo entre academia y cargos públicos algo virtuoso. Bien dice, de nuevo Silva-Herzog, que la ciencia política por la que propugnó fue siempre una “pertinente, sólida, útil”. Eso lo llevó a vincular el institucionalismo, la perspectiva teórica por la que optó, con la biografía. Y a ver las instituciones no como maquinarias, sino como realidades que “están vivas, arraigan, crecen, a veces florecen… y a veces mueren”.

Pero además las instituciones no funcionan solas. Requieren ser conducidas por decisiones y acciones de personas. De ahí el interés de Lujambio por la biografía. Fue autor de algunas y promotor de otras, como la del panista José González Torres, presidente del PAN de 1959 a 1962 y candidato a la presidencia de la república en 1970. Biografía escrita por Horacio Vives, que muestra en el libro que coordinó la sensibilidad de un biógrafo.

Si lo anterior puede considerarse la perspectiva general de Lujambio como politólogo, la lista de temas sobre los que investigó y escribió es extensa: teoría de las élites, gobiernos divididos, coaliciones en los congresos, comisiones en las cámaras, federalismo, transición democrática, arquitectura parlamentaria, sistemas de partidos (Vives Segl, p. 58). Varios de ellos están tratados en el libro por diversos autores. Destacó el análisis que hace José Woldenberg de uno de sus libros, El pode compartido (escrito con la colaboración de Horacio Vives Segl).

El libro es, en mi opinión personal, el mejor análisis de la transición mexicana. Woldenberg no lo dice así. Su análisis es más descriptivo que valorativo. Pero aun así califica la información presentada como “contundente” y la comprobación de sus afirmaciones como “incontrovertibles”. Woldenberg nos dice que “Alonso Lujambio era de esos académicos que saben que una cosa es afirmar y otra probar lo que se dice”.

Habría que aplicar ese afán de prueba a una polémica entre Lujambio y Soledad Loaeza, que esta autora señala también en el libro de Vives: ¿fue el PAN un partido liberal desde sus orígenes, o el liberalismo llegó al PAN hasta los años sesenta, después del Concilio Vaticano II? Al parecer, Alonso se inclinaba por lo primero, mientras Loaeza plantea lo segundo. Pero eso es motivo de otra reflexión.

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Víctor Reynoso

El profesor universitario en la Universidad de las Américas - Puebla. Es licenciado en sociología por la UNAM y doctor en Ciencia Social con especialidad en Sociología por El Colegio de México.