El enemigo en Casa Puebla

  • Erika Rivero Almazán

La multicitada marcha de este domingo en contra de las políticas del gobernador Rafeal Moreno Valle, las cadenas que se multiplican en el ciberespacio criticando las decisiones del gobierno estatal, y la noticia del caso Chalchihuapan que como bola de nieve sigue deslizándose a través de los días y creciendo poco a poco en los espacios de la prensa, hasta llegar a una escala a nivel nacional, no creo que sea el problema real al que se está enfrentado el gobernador de Puebla.

En otras palabras, el enemigo a vencer no son las Juntas Auxiliares que exigen devuelta el derecho al Registro Civil, la famosa ya Ley Bala o la indignación de los pobladores de Chalchihuapan.

Tampoco el PRD, el PAN o el PRI Nacional.

Aunque todos estos puntos son serios y tema de análisis profundo, el verdadero gran problema que enfrenta Moreno Valle es otro.

Uno que es la raíz de toda la crisis por la que atraviesa el gobierno estatal: La inacción.

El enemigo está en casa.

¿Por qué existe la percepción de que en Casa Puebla no pasa nada?

Si, muchas reuniones del gabinete, el bunker en pleno sesionando hasta altas horas de la noche, reuniones ‘secretas’ con los directores de medios de comunicación, si, muchas propuestas en los entretelones de las altas esferas estatales y hasta nacionales, cabildeando.

Pero no pasa nada.

El gobernador no está tomando medidas serias y contundentes.

Como si no viera ni escuchara nada de lo que realmente está pasando afuera de los muros de Casa Puebla.

Y ése es el verdadero problema.

La indignación de los poblanos es real.

Aunque existen muchos personajes políticos que ya se están colgando del escándalo en beneficio personal para autopromocionarse y volver a captar la atención de los medios de comunicación, el hecho es que la inconformidad por las políticas que el gobernador está aplicando es del todo auténtica. Ya le pusieron varias etiquetas: “autoritarias, unilaterales”, en fin.

Y eso es lo que parece estar perdiendo de vista quienes ejercen el poder en el estado.

Sólo así se explica que el escándalo Chalchihuapan no se sofoque, al contrario. Lleva más de un mes ocupando los titulares.

Pero, al parecer, la orden del gobernador es la inacción.

Y no está funcionando.

Por la sencilla razón de que se sigue expandiendo un fenómeno social, que si no se atiende oportunamente, es irreversible: la falta de credibilidad y aceptación entre los poblanos hacia la figura de Moreno Valle sigue decreciendo. Existen encuestas que ya muestran palpablemente este fenómeno.

Mientras, los autores de la Ley Bala y de dar la orden del desalojo de los pobladores de Chignahuapan continúan en sus puestos.

Como si nada.

Alcalá en movimiento

Quien aprovechó el caos por el que atraviesa el gobierno estatal para montar una estrategia de promoción en el interior del estado fue la senadora Blanca Alcalá Ruiz. Este domingo inició lo que ella misma denominó “La Ruta Blanca”.

Y lo hizo en la mera Angelópolis, en la Colonia Popular para ser exactos, con una asistencia superior a mil 500 personas, la mayoría priístas que se sintieron revividos con el llamado de una de sus líderes visibles.

Vistiendo de blanco, con una falda verde, tacones altos y la infaltable pulserita roja en la muñeca izquierda (ya sabe, para curarse el mal de ojo, que para estas alturas, la senadora deberá cuidarse), Blanca Alcalá estuvo platicando al micrófono con la gente, y después lo hizo con cada persona que así se lo pidiera.

El contacto directo gustó.

La intención de la senadora es arrancar este mes con una oficina móvil de gestión, a través de la cual emprenderá el encuentro con los pobladores en los municipios y rancherías de la entidad, y llevará a cada región servicios de educación, salud y deporte, principalmente, al tiempo de promover las actividades que realiza desde el senado.

Interesante.

Sobre todo porque Alcalá sigue sembrando para su futuro político. Para nadie es un secreto que espera cosechar para la gubernatura. Pero ojo, será para ‘la grande’ y no para la ‘mini’, para ésta última ya se anotó el subsecretario Juan Carlos Lastiri.

Marín, el regreso

¿Se acuerda de todas las anécdotas que leyó recientemente sobre Mario Marín, por motivo del festejo de su cumpleaños, al cual acudieron muchos priístas que ocupan actualmente una cartera?, desde Pablo Fernández del Campo, Alberto Jiménez Merino, Enrique Doger, y muchos más, así como empresarios que hicieron su ‘agosto’ durante su sexenio.

La advertencia era que el festín que se celebró a todo lo grande tenía un fin meramente político, un mensaje muy claro de ‘ya regresó el marinismo’.

Pues resulta que la sospecha fue del todo acertada.

Desde la semana pasada, el exgobernador de Puebla se está reuniendo con distintos líderes, tanto priístas, como empresarios y directores de medios de comunicación; la gran mayoría afines a su gobierno.

En estas reuniones que se realizan de manera muy discreta y sin reflectores, Mario Marín alienta a sus amigos a que regresen ‘a la lucha’. Es decir, que el exmandatario estatal afirma que el marinismo está de regreso en Puebla, y va con todo.

La idea es alistarse para la batalla electoral del próximo año, la cual, él mismo presidirá en persona,  probablemente desde una diputación federal plurinominal, misma que ya está apalabrada con el presidente Enrique Peña Nieto.

La condición sólo es seguir diezmando la presencia del gobernador Rafael Moreno Valle.

losconjurados76@hotmail.com

 

 

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Erika Rivero Almazán

Erika Rivero Almazán nació en la Ciudad de México. Estudió la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep) y la maestría en Letras Iberoamericanas en la Universidad Iberoamericana Golfo-Centro. Desde los 6 años comenzó a escribir historias. Desde esas fechas escribió sus primeros cuentos.  A los 19 años inició como reportera de la sección Cultural en El Sol de Puebla.  Posteriormente se hizo responsable del área política en esa casa editorial. Más tarde trabajó como reportera en el periódico Cambio, TL Cable de Puebla y en el noticiario radiofónico CN Radio. Fue jefa de información en la revista y periódico Intolerancia. En 1999 el ayuntamiento de Puebla le otorgó la Cédula Real. Su columna políticaLos Conjurados la comenzó a escribir en el diario Intolerancia, después en Síntesis, en el periódico Cambio, en el Heraldo de Puebla, en Milenio, en e-consulta, en el noticiero de Tribuna Radiofónica y en Periódico Digital. En el periódico digital Statustuvo una sección llamada La Ciudad y Eros, en donde escribió una serie de cuentos eróticos. Demonios, Ángeles y Sexo fue su primer libro, editado por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y prologado por Pedro Ángel Palou García. Al siguiente año participó como cuentista en el libro publicado por el CONACULTA “Volver a los 17”. Fue titular del programa radiofónico Los Conjurados en la 10.10, Mujeres de 10 en Tribuna Comunicaciones, y posteriormente de Más Sana en ABC Radio.  Actualmente sigue escribiendo sobre política, continúa participando en programas de radio, televisión, y es directora de la revista Más Sana.