Información es poder

  • Norma Estela Pimentel

La comunicación instantánea por medio del internet permite conocer un golpe de estado en Ucrania, las manifestaciones de un pueblo en contra de su gobierno como en Venezuela, la compra venta de una aplicación que maneja una fuerte base de datos como “whats app” por un gigante de las redes sociales como Facebook, la detención de un presunto delincuente como el famoso “Chapo” Guzmán, por mencionar algunos de los acontecimientos importantes de estos días. Ahora la información fluye por torrentes, eso es parte de la globalización y eso debiera otorgarnos poder.

                ¿Cómo debiera reaccionar el Estado ante la globalización? Para los más extremistas, el Estado se observa como un fenómeno político-jurídico engrosado por sus autoridades que lo vuelven torpe para renovarse ante la globalización, lo que orilla a sus representantes a golpear –no sólo en sentido figurado- a quienes se atreven siquiera a sugerir que no cuenta con los elementos para atender a su pueblo, garantizar la seguridad, establecer reglas claras para la competencia empresarial sin la afectación de los consumidores.

Al ser inadecuada la intervención del Estado que no comprende su papel ante la globalización, su destino es sólo uno: la extinción. Su lugar será ocupado por empresas transnacionales, aquellas que en la actualidad ya realizan de manera subrogada las actividades que debiera prestarnos.

Para los más optimistas, el Estado sólo requiere redefinirse, así de sencillo, para funcionar con total apertura y TRANSPARENCIA. Una pequeña nota es necesaria, información no es sinónimo de transparencia. ¿De qué sirve conocer casi en tiempo real los acontecimientos más relevantes a nivel mundial, si esto no produce ningún cambio radical en la sociedad?

Es muy arriesgado conformarse en culpar a la globalización, para nombrarla el mal por el que un país y sus ciudadanos no cuenten con identidad y herramientas para imponer sus principios, derechos e instituciones. Los agentes que la hemos concebido y disfrutado somos los verdaderos implicados en el problema, la globalización es sólo una consecuencia de nuestra falta de interés y participación, de no ser capaces de sintetizar y abstraer sus beneficios… de razonar nuestras decisiones y afrontar nuestras responsabilidades… de transformar a nuestro favor la información y cumplir la frase de afirma que es poder.

Sin embargo, algo hay de perverso en la globalización: su facilidad para incidir en cualquier plano, no sólo el económico y financiero, en donde se considera la culpable de las crisis sistémicas internacionales, sino que permea a las relaciones políticas, las reformas legales, las estrategias de comunicación de una empresa, la delincuencia organizada, el lavado de dinero, los fraudes digitales, etc.

Agradezco, con mucho respeto sus comentarios y sugerencias en: normapimentel@hotmail.com. Hoy retomamos la propuesta por la CULTURA. Legal o no, nuestra sociedad la demanda.

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Norma Estela Pimentel

Abogada certificada por la Barra Mexicana de Abogados. Autora del e-book “Marco jurídico de las comunicaciones”. Speaker Tedx BUAP Wowen 2019. Impartió seminarios y diplomados con perspectiva de género