El relevo

  • Jesús Manuel Hernández
.

Se ha iniciado ya el cambio de mandos en el Ayuntamiento de Puebla. Eduardo Rivera Pérez conocerá ahora a sus verdaderos amigos y verá aumentar la lista de sus enemigos, a la que ya se suman algunos regidores y funcionarios públicos que no asistieron al evento donde les dio las gracias, cientos de sillas quedaron vacías.

El futuro ha llegado y ahora los reflectores iluminarán al nuevo personaje de la ciudad, Antonio, Tony, Gali Fayad, quien viene arropado del triunfo electoral, la bendición del gobernador y una "aura" energética que suma voluntades y deseos para llevarlo a otro escenario de la vida política, si es que se puede.

Desde el momento de asumir las funciones de Presidente Municipal de Puebla, muchos lo verán como el aspirante más viable, fuerte, para suceder a Moreno Valle, pero no en la "minigubernatura", la chica como le dicen, sino la siguiente, la de seis años.

Tan solo pensar en eso provocará algunos celos, envidias dijera alguien, y enojos, muchos enojos en Casa Puebla, por el simple hecho de que alguien se atreva a ver a Gali como un proyecto independiente.

De ahí que los primeros roces de la relación con el gobernador hayan sido de aparente sometimiento, de aceptación de recomendaciones, como la pavimentación de la 31 Poniente en lugar de otra vialidad propuesta por el Presidente Electo.

Lo mismo con la designación de funcionarios, con sello morenovallista, no galista, no manzanillista, menos riverista o panista puro, eso está por completo fuera de la discusión.

¿Cuánto durará la luna de miel con el gobernador? Eso nadie lo sabe, durará mientras Gali diga a todo que si, tropezará cuando decida actuar por él mismo en congruencia con su proyecto e ideología.

¿Existe riesgo de rompimiento? Por el momento no, se descarta, caminarán juntos los meses que faltan de este año, Gali cuidará sus relaciones, no se acercará a que lo vean con enemigos formales o potenciales de Casa Puebla. Cuidará sin duda sus conversaciones, "ando alambrado" pensará.

Por suerte para los poblanos se va Amadeo Lara, desaparece la asesoría de funcionaros con residencia en Atlixco; quedará solo el pendiente de las cuentas públicas de Rivera Pérez y la revisión del presupuesto para el ejercicio de este año.

En la medida que Gali conserve su "poblanidad" y su capacidad de negociación, sin duda una de sus más preciadas cualidades, podrá navegar por el ejercicio del poder de estos 4 años y 8 meses, aunque, dijera el hombre del tiempo, no se descartan algunos aguaceros, rayos y quizá centellas en la medida que llegue a alta mar.

A Rivera Pérez le espera el vía crucis de sus cuentas y la amenaza velada de romper acuerdos. Y es que el tema Juan Manuel Oliva, pudiera inyectar confusión al juicio del gobernador, pues el evento del sábado dejó demostrado que el panismo tradicional no ha desaparecido y por lo visto un enemigo común los agrupa.

Sólo falta que uno de estos días Rivera levante la mano de Oliva.

jesusmanuelh@icloud.com

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Jesús Manuel Hernández

Periodista en activo desde 1974. Ha dirigido, conducido y colaborado en diversos medios de comunicación escritos, radiofónicos y televisivos. Actualmente dirige el portal losperiodistas.com.mx y escribe Por Soleares, espacio de análisis político. Autor del libro Orígenes de la Cocina Poblana.