Suma de esfuerzos y una nueva relación

  • Juan Carlos Lastiri

A lo largo de la presente Administración federal se ha consolidado el paradigma de que solamente una coordinación honesta y eficiente entre los órdenes de gobierno logrará romper con los esquemas pre establecidos en los últimos gobiernos, caracterizadas por una débil integralidad en las políticas públicas emprendidas. Si bien las políticas públicas emprendidas por las pasadas administraciones lograban integrar a distintos órdenes de gobierno e instituciones, en el fondo no se logró consolidar ejercicios de coordinación efectiva.

Debido a que prevalecía el principio de alcanzar los indicadores de desempeño, no se iba más allá; las instancias gubernamentales se abocaban a cumplir con sus planes y programas sin enfatizar el logro de sinergias y complementariedades que resultaran en beneficio de la ciudadanía. Lo anterior era agravado por conflictos entre la Federación y los Estados, particularmente con el objetivo de ganar protagonismo y capital político mediante la ejecución de recursos y la cooptación de beneficiarios. Dicha situación de competencia dio como resultado “el gobierno archipiélago”, término que Rosario Robles ha acuñado efectivamente para referirse a gobiernos estatales y el federal, que, si bien, tienen como elemento en común el trabajo en beneficio de la ciudadanía, actúan de forma aislada y muchas veces, sin sincronía.El camino hacia el rompimiento de este paradigma de actitudes y actividades no ha sido fácil. Sin embargo, la administración del Presidente, Enrique Peña Nieto, ha demostrado ser pragmático, conciliador, abierto y transparente, sin dejar de lado las virtudes de la diplomacia y la buena fe. Desde el primer momento, el Presidente dejó en claro que actuaría como Jefe de Estado y no como líder de partido, imprimiendo un sello propio a las acciones del Ejecutivo.  El trato con Entidades y Municipios no podía ser la excepción. En los temas prioritarios para los mexicanos, pobreza e inseguridad, y en las estrategias para enfrentarlos, la Federación ha buscado activamente ir de la mano con los otros dos órdenes de gobierno para encontrar soluciones definitivas y de raíz a estas problemáticas. La Federación ha tomado el territorio como base y al individuo como centro de las políticas, en un claro ejercicio de cumplimiento con la obligación que tiene el Estado de hacer efectivos los derechos sociales.De esta forma, puede apreciarse cómo se ha renovado la institucionalidad y el marco operativo que sustenta los programas sociales y las intervenciones, buscando ejecutar acciones transversales e integrales, en donde cada orden de gobierno aporte lo que tiene a su alcance, para lograr una verdadera suma de esfuerzos, presupuestos y recursos variados. Lo anterior se traduce en lenguaje llano en hacer más con lo mismo, mejorando la focalización, potenciando la inversión y estableciendo objetivos comunes.  Se insiste, estas acciones conjuntas tienen reglas claras y mayor transparencia en el ejercicio el gasto y los objetivos a alcanzar. Esta transparencia y rendición de cuentas abarca: los montos de recursos, lineamientos, reglas de operación concretas y padrones de beneficiarios abiertos a la consulta. Lo anterior representa el sello particular de la Política Social de Nueva Generación del presente Gobierno.Uno de los instrumentos más importantes que tiene, este año, la Política Social, es la utilización del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social del Ramo 33 (FAIS), el cual sirve de eje para una estrategia fundamentada en los principios de concurrencia e integralidad. A través de la renovación del marco legal que sustenta al FAIS, la Sedesol tendrá una nueva relación con Estados y Municipios para lograr una mejor focalización y ejecución de los recursos de este Fondo –casi 60 mil millones de pesos- dirigidos a abatir las carencias sociales y disminuir los indicadores de pobreza multidimensional. Estas reformas permitirán lograr esquemas de concurrencia y mezcla de recursos mediante los cuales, las dependencias involucradas han aceptado participar en el proceso de un ejercicio fiscal basado en resultados. Así, por ejemplo, CFE, CONAGUA, SEDATU, e incluso BANOBRAS, concurrirán con estados y municipios, revitalizando este Fondo,  y consolidándolo como un verdadero instrumento de combate a la pobreza, propósito con el que fue diseñado.Este martes, la Sedesol terminó la primera etapa de capacitación a nivel nacional sobre las reformas al Ramo 33,  misma que fue impartida a autoridades locales. Fue, precisamente, a los 16 jefes delegaciones del Distrito Federal, a quienes de manera conjunta con el GDF, se les dieron a conocer las nuevas atribuciones y los objetivos del FAIS. Junto con Coneval y la Auditoria Superior de la Federación, se les impartió una amplia explicación sobre la forma de operar del Fondo. De esta manera se crea una nueva relación de trabajo y cooperación con los gobiernos locales, en la que éstos se han caracterizado por su amplia disposición y su gran voluntad para participar y coordinarse en aras de un objetivo común: la superación de la pobreza, más allá de ideologías partidistas o intereses de otra índole. Los tres órdenes de gobierno coinciden en identificar a la pobreza urbana como prioritaria, por lo que el camino ha quedado trazado, en el DF y en todo el país, traduciéndose en un paradigma de “trabajo conjunto y esfuerzo coordinado”.

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