Se terminaron las fiestas, los brindis y los abrazos, y ahora debemos pensar en todo lo bueno que esperamos del 2014. Estamos en el inicio de un nuevo ciclo. Iniciémoslo con positivismo, con valores, con optimismo y porque no también con ética personal y profesional. Ahora es una nueva oportunidad para encontrar el momento y comenzar de nuevo o bien continuar con lo bien que estamos haciendo nuestras cosas; llenos de paz, confianza y armonía.

Nos hemos despedido y desprendido de un año en el que seguramente tuvimos alegrías, tristezas, éxitos y fracasos pero lo más importante es la enseñanza que nos dejo y la experiencia de todas aquellas situaciones en lo personal, en el trabajo y en nuestra vida diaria se nos dieron y con la que nos quedamos para de ahí crecer y seguir adelante.

Ahora, nuestros sueños y proyectos que habrán quedado en suspenso o bien que están latentes deben ser renovados. Con entusiasmo, fe y confianza en nosotros mismos. Piensa en aquello que te hace especial, tus metas, en lo que te hace feliz y ve  por ello.

Vivamos el momento, vivamos el día a día. Este momento te pertenece y el pasado ya se fue, ha sido experiencia y como tal tómala de lo que te sirva de lo demás deséchalo, el futuro estará por llegar y cuando llega se convierte en presente, por eso se feliz hoy y serás feliz todos los días.

Levanta tus ojos hacia el cielo y encuéntrate en la estrella más cercana, la más brillante y resplandeciente… recuerda que no existen fronteras para la paz, el trabajo, la esperanza y la armonía.

En efecto, se fue ya un año más; sin embargo, es factible hacer una pausa y reflexionar, darnos un momento para planear, bosquejar, establecer metas en lo personal y proponernos de la misma manera planear nuestras actividades para así llevar en orden los avances necesarios que periódicamente debemos revisar y disfrutar.

Lic. José Enrique Ortiz Rosas

Director de Capacitación del Programa DIM

Secretaría General de Gobierno