Vínculos de la realidad

  • Juan Manuel Aguilar

La semana pasada fue una de esas en que suceden tantas cosas de interés de la sociedad, que dificultan la asignación del tiempo suficiente para comprenderlas y asociarlas a los contextos de nuestro interés.

Así el mundo se conmovió ante el fallecimiento y conoció de las exequias del ex presidente sudafricano Nelson Mandela. En México dentro del gran marco de las celebraciones guadalupanas y las finales del fútbol local, se vivió la experiencia de la desaseada aprobación legislativa de enmiendas a la Constitución, para permitir la privatización de la renta petrolera; en la capital mexicana el aumento a la tarifa del “metro” provocó inquietud social; y en Puebla el gobierno estatal volvió a evidenciar públicamente los fracasos administrativos de su particular e improvisado estilo de ejercer el poder, mientras que en otro escenario la Secretaría de Gobernación Federal le concedía por tercera ocasión consecutiva, el Premio nacional al Desarrollo Municipal al ayuntamiento capitalino poblano por sus buenas prácticas de gobierno.

Estos sucesos aparentemente no guardan entre sí, relación directa alguna; pero tratándose de representaciones de la vida social humana, acercarse a ellos permite descubrir o construir el andamiaje, el tejido, el sentido que los vincula. Me explico:

Los habitantes de la capital del estado están experimentando los efectos de la más aguda actividad delictiva en su historia y del más alto número de pobres entre todas las ciudades del país. El gobierno del estado ante su incapacidad de resolver los problemas de pobreza, marginación y deterioro ecológico a lo largo y ancho del territorio estatal, vuelve a reconfigurar su estructura de gobierno para intentar detener el desconcierto administrativo en sus  dependencias, entidades y organismos que mejoran su desempeño.

Después de reconocer la incapacidad de enfrentar los retos ambientales desapareciendo la secretaría de medio ambiente y de evidenciar que no se supieron administrar los servicios de agua potable y alcantarillado entregando esta actividad a la iniciativa privada; esta última semana hace desaparecer el Instituto  Registral y Catastral además de trasladar funciones de la Secretaría de Transportes a la de Contraloría, y reducir a la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento a un pequeño apéndice administrativo de la Secretaría de Infraestructura, a pesar de la importancia que a la Comisión le atribuye la recientemente promulgada ley estatal de agua.

Todas estas modificaciones a la estructura funcional de la estructura administrativa pública poblana, han tenido que pasar por la aprobación de los diputados del congreso del estado, que sin pudor alguno, han soslayado su derecho a cuando menos preguntar las razones de tanto cambio y tan nulos resultados en beneficio de la sociedad.

Sin detenerse a revisar las condiciones sociales, económicas, ambientales y culturales de la sociedad a quienes debieran representar, los diputados poblanos han sido cuidadosamente obsequiosos con el titular del poder ejecutivo poblano. Por ello no podría esperarse algo distinto que su inmediata aprobación a la iniciativa de modificar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de los recursos naturales de la nación. Ellos pudieron detenerse a imaginar o dialogar con sus representados cuáles serían las repercusiones de tales modificaciones para los poblanos. Se trata de comprometer los recursos nacionales principalmente los no renovables, por ello se trata del futuro de todos los mexicanos, sobre todo de los que aún están por nacer.

Si los políticos ignoran a la población cuando esta viene demandando como parte de sus derechos humanos a mejores condiciones para su desarrollo actual y futuro, se crean los escenarios propicios para el surgimiento de nuevos y distintos representantes populares. Un escenario político oligárquico fue testigo en su momento, de la aparición de un líder como Nelson Mandela que no dudó en abanderar a muy altos costos las demandas de sus coterráneos hacia el logro parcial de sus derechos humanos.

Quizás el diálogo sincero entre gobernantes y gobernados pudiera hacernos reconocer las diferentes realidades que cada municipio y comunidad enfrenta. Esta sería una plataforma que podría propiciar el esfuerzo común y el compromiso de cada uno de los poblanos.

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Juan Manuel Aguilar

Consultor independiente e Ingeniero en Ecología. Cuenta con una maestría en Estudios Regionales de Medio Ambiente y Desarrollo, y es Doctor en Medio Ambiente y Territorio. Ha sido Presidente del Colegio de Profesionales en Medio Ambiente y Desarrollo, A.C., Secretario Ejecutivo del Consejo Estatal de Ecología del Estado de Puebla e integrante del Consejo Ciudadano de Ecología del Municipio de Puebla.