El pacto que ser pato

  • David Bravo Cid de León

El exceso de publicidad  aturde y no convence, la exageración siempre siembra la duda acerca de lo que se publicita; y la duda fastidia creando desinterés y enojo porque se piensa que , a fuerza, se quiere  que creamos lo que no tiene la virtud de convencer de inmediato.    Esto es lo que está pasando con  el llamado Pacto.  Proclama la intención de llevar a cabo las reformas estructurales que el país requiere. Reformas que el PRI obstruyo, combatió y frustro durante el sexenio pasado. Del 2006 al 2012 el PRI se hiso pato y puso su interés político sobre el interés nacional.

Peña Nieto, como titular del EJECUTIVO si tiene facultades para tratar de instrumentar el susodicho pacto, pero no advierte que la facultad es un medio cuyo fin es el acto. Y  hasta ahora no se ve que haya habido actos que pongan en acción y práctica los diferentes rubros del pacto. La estructuración de las reformas tanto energética como hacendaria no se harán por milagro en fax-trac llevara tiempo para que rindan sus respectivos frutos. Los ciudadanos estarán en esa espera que desespera, gracias a la obstrucción que instrumento el PRI a lo largo del sexenio pasado.

Mientras tanto el pacto seguirá sien el pato que nada en el mar de la publicidad, cuyas aguas están contaminadas de adulaciones, demagogias y exaltaciones del culto a la personalidad.  Pato que juguetea cabrioleando, a veces nada en submarino, en veces en la superficie entre los escollos de los partidos políticos, de la misma oposición de las llamadas izquierdas y que el PRI practico para bloquear las reformas estructurales.  Que cierto es que lo relativo es aquello cuya realización depende de factores externos ajenos a su contenido.

Opinion para Interiores: