“El pivote geoestratégico del futuro…”

  • Juan de Dios Andrade
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Aunque han pasado los años, todavía se recuerdan los análisis prospectivos de los intelectuales que, hacia mediados de los noventa, hablaban de la importancia que iba a adquirir la confianza en el mundo global que, en aquel entonces, parecía triunfante. Había transcurrido un corto tiempo desde la caída del bloque soviético cuando el siempre polémico Francis Fukuyama publicó su libro “Confianza” y en ese mismo año, 1995, el francés Alain Peyrefitte hizo lo propio con “La sociedad de la confianza”. Estamos cerrando 2013 con Estados Unidos en medio de una crisis de confianza en el escenario internacional por las revelaciones tanto de WikiLeaks como de Edward Snowden. Hoy, Julian Assanges, fundador de WikiLeaks se encuentran en la embajada de Ecuador en Londres y llama la atención que una de las primeras peticiones que hizo Snowden al llegar a Rusia fue pedir asilo a Ecuador y luego a otros países. Sumando la actitud asumida por Putin, vemos que hay todo un mar de intereses en torno al tema…

Podemos especular sobre los verdaderos motivos de cada cual, pero lo importante es que ambos o formaban parte de lo que ahora dicen combatir, caso de Snowden o su labor se basa en la obtención de información, lo que muchas veces genera dudas sobre la legalidad y moralidad de los medios que usan para lograrlo…

Sin embargo, no podemos dejar de lado que el asunto se inserta en las transformaciones que están acompañando a la era global. Con una visión limitada a la prosperidad, Francis Fukuyama no dejó de percibir la situación que tenían por delante los Estados Unidos desde 1995. Señaló que entre los países líderes había lo mismo sociedades con altos niveles de confianza que otros con graves problemas en el mismo rubro. En el último capítulo, el autor no deja de insistir en los problemas de confianza que tendrá que resolver nuestro Vecino del Norte…

Hacia su interior, Fukuyama veía a Estados Unidos inmerso en una crisis por el excesivo individualismo que estaba generando un gran nivel de desconfianza y una sociabilidad endeble. ¿Cómo podría liderar al mundo si no existía confianza dentro de su sociedad? El planteo sigue siendo importante…

Más propenso a la historia y a la cultura, Peyrefitte dice que, desde el siglo XVI, se puede apreciar sobre un mapa que las sociedades europeas basadas en la confianza se han desarrollado frente a las que tuvieron otro fundamento social. Es evidente que existe un desacuerdo con Fukuyama, que privilegia los factores económicos, pues para el francés lo más importante son los movimientos intelectuales y sociales que impactan al resto de la vida humana…

Como quiera que sea, ambos autores ponen la confianza como la clave para el desarrollo de los países, pero en perspectiva distinta…

El cuadro se completa con el diagnóstico de Zbigniew Brzezinski sobre la disyuntiva entre dominación y liderazgo que enfrenta Estados Unidos. La tesis es pertinente teniendo como contexto lo que Brzezinski llama “el fin de los imperios nacionales”, siendo dicho país el último de ellos. Asimismo, el geoestratega lleva años insistiendo en que hay otra disyuntiva que afecta a todo el mundo, entre la formación de “archipiélagos de poder” y la “dispersión del poder global”. No deja de ser interesante que la llegada de Obama a la Presidencia pasó rápidamente de una etapa de esperanza, al ser el primer presidente con ascendencia negra, a otra de desconfianza internacional por el escándalo del presunto espionaje…

“La nueva desconfianza en México…”

Nosotros tenemos una crisis de confianza y los asesores de Peña Nieto deberían atender a lo que se veía venir como su “talón de Aquiles”. Antes se desconfiaba de nuestros gobernantes, sobre todo del PRI, porque no se distinguían por su rectitud. Hoy le está ganando terreno otro tipo de desconfianza que gira en torno a la capacidad de nuestro Presidente. Todos tenemos limitaciones y a nadie se le puede exigir ser “todólogo”, pero los asesores deben encontrar una salida porque, pasando la etapa de las reformas, los resultados serán impostergables…

Elevar la crítica y la demanda social podría afectarte de llegar poder, pues la sociedad que antes vapuleó a tu adversario podría hacer lo mismo contigo…

En este sentido, el contraste entre Peña Nieto y alguien como don Máximo parece inevitable en la lucha por el poder…

“Puebla: la disputa por la confianza…”

Localmente también se vive una disputa por la confianza. Bastan algunos ejemplos para ilustrar: hay un forcejeo por el control al interior del PRI y algunos sectores están empujando duro para tirar a su dirigente estatal, aunque eso podría desembocar en un pleito con Peña Nieto; Manuel Bartlett arremete contra su otrora “ahijado”, Mario Marín, acusándolo de corrupto y de haber perdido la brújula; entre Puebla y San Andrés está en proceso otra disputa por los límites territoriales y la beligerancia hace olvidar que se trata de un problema creado por el PRI, sobre todo de lo que fue el eje Bartlett-Marín; tampoco podía faltar el PAN, que tiene un complicado conflicto en el cual todos desconfían de todos…

“El pivote geopolítico poblano…”

Discrepo de los que piensan que el asunto de los límites es por el simple territorio, como si se tratase de un sainete por la herencia familiar. Aunque no todos se percaten de ello, nos jugamos el futuro del Estado. Está llegando a su fin la era de las universidades centradas en la visión de Fukuyama y podríamos estar en el umbral de otra más cercana a la de Peyrefitte y Brzeinski…

Se está registrando el fracaso de los modelos enfocados a los aspectos administrativos, en los cuales los mismos grados académicos no pasan de ser meros “requisitos”. Instalar sistemas universitarios dedicados a conseguir “buenos maestros” es una visión obsoleta. Si hemos de hacer caso al francés, el futuro se decide por los movimientos intelectuales y esto significa conseguir profesores que generen propuestas que impacten en todos los ámbitos sociales, porque hasta una  Preparatoria busca “buenos profesores”…

Un balance de lo anterior en cada una de las universidades nos puede orientar sobre si están cumpliendo con su carácter o no. Los modelos administrativos se distinguen por logros en el ámbito “productivo” pero en el resto de las áreas, los resultados son pobres. En una ocasión, un alumno me dijo que no entendía por qué los llevaban a conferencias de empresarios y administradores, cuando varios de ellos deseaban estudiar otra cosa. Debemos ser productivos, pero el sentido es distinto en cada aspecto. Lo productivo en el medio universitario estriba en el magisterio, la investigación y la publicación y liderazgo intelectual en todas las ramas del saber que se tengan…

La zona no es solo un pedazo de territorio, ahí están universidades con liderazgo nacional. El Congreso debe dictaminar sobre los límites, pero toca a don Máximo decidir el rumbo. La Presidencia vendrá después y podría ser la consecuencia lógica. Hay que superar el modelo tecno-administrativo para que esa franja universitaria sea el pivote geoestratégico de Puebla, apoyado en un intenso movimiento intelectual que haga la diferencia. El reto supera la estrategia de las universidades que viven embobadas con “las grandes ligas”, expresión elegante para decir que se dedican a copiar a los verdaderos líderes y se hallan atrapadas en la telaraña de su propia improductividad…

Hasta entonces…

Comentarios: confinespoliticos@yahoo.com

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Juan de Dios Andrade

Politólogo. Analista político y asesor. Especializado en historia y política mexicana, geopolítica y geoestrategia, Historia de las ideas políticas, teoría política y análisis de escenarios. Autor de la columna Confines Políticos