Vacío social

  • Said Robles Casolco

Y qué esperar para el 31 de octubre, fecha en que se darán a conocer si los cambios sociales se podrán dar en un México que está acostumbrado a lo impensable de la cansada clase política, de la cual, al parecer, no se espera nada y menos que pueda dar sorpresas.

Pero eso no es el grave problema, se tiene que pensar que en los diversos estados los profesores de las diferentes secciones también están a la espera de cómo se verán afectados de acuerdo a las decisiones política que sean tomadas.

Por ello, es que vale la pena ser positivo, ya que lo que necesitamos es reactivar la madurez y la actitud, porque actualmente  como sociedad nos hemos cansado de esperar y ver cómo  pasa el tiempo sin cambios tangibles.

De esta forma, es importante seguir tejiendo más y más la posibilidad de continuar con la solidaridad y la autoayuda entre los más cercanos. En esa red social que se ha perdido y buscar que la identidad sea más de contacto y más de ayuda, de auto critica, y aún mejor con valores.

Porque al parecer, últimamente se percibe ese vacío que deriva en la impersonalidad de lo que nuestro país vive, situación en la que no debemos caer porque no somos parte de una invalidez social; sino todo lo contrario, tenemos una capacidad de asombro por lo que se espera y todavía más por la capacidad de demostrar que cada vez somos mejores.

Y esto último se ve en nuestra hospitalidad y más en la próxima temporada de fin de año, en la que como mexicanos nos caracterizamos por la solidaridad y aprecio hacia los nuestros

Pues a pensar y a reflexionar  con relación al gasto público y como de una u otra forma esto nos podrá sensibilizar para que  cada uno de nosotros actuemos de  forma más inteligente y así superar las nuevas batallas a las que nos enfrentemos.

Si pensamos como Zarasustra y nos convertimos en futuristas, lo mejor que podría pasar en el mejor de los casos es que tuviéramos un sistema claro de integración de nuestros impuestos, lo que resultaría en una mejora sustancial en todos los aspectos. Porque es claro que lo que primero nos viene a la mente es que “si me quitan más, entonces a quién se le va a quedar”.

Sin embargo, deberíamos pensar “¿y si doy más, mis hijos serán mejores?”

Si esta relación entre el quien da y el que exige se concibiera como una relación de matrimonio común en nuestra sociedad, que afortunadamente es cambiante y aún no voluble, entonces es nuestro deber estar alerta de los cambios globales y todavía más estar más atentos de cómo podemos generalizar la suma de esfuerzos para ser mejores y competitivos.

Y debido a que hoy día el rumbo de la manufactura está cambiando, esperemos que estos esfuerzos no se modifiquen a causa de una economía que pueda transformarse por el desánimo y la falta de pericia en esta situación de demanda mal enfocada hacia una sociedad que afecta tanto a los que más tienen, como a los que menos tienen.

Ahora sí el queso de la quesadilla tendrá que juntarse y exigir, o derretirse en el intento de la falta de una integración social.

Por ello debemos ser más proactivos, no sólo a través de manifestaciones, sino en cada rincón de nuestra oportunidad laboral o centro de actividad donde nos encontremos.

Así que no debemos de olvidar la enseñanza de Don Belisario Dominguez.

“Si cada Mexicano hiciera lo que le toca hacer, entonces México sería diferente”

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Said Robles Casolco

Es profesor-investigador en el área de Innovación y Tecnología del Instituto Tecnológico Gustavo A. Madero, con más de 25 años de experiencia académica en el área científica; con una producción de 31 solicitudes de patente y artículos de investigación nacional e internacionales.