Candidaturas independientes

  • Germán Molina Carrillo

A raíz de acontecimientos como la demanda interpuesta en contra del gobierno mexicano por Jorge Castañeda para contender como candidato independiente a la Presidencia de la República en el año 2006 y que resolvió la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, recomendando el reconocimiento de las candidaturas independientes en nuestra legislación, es como ahora los mexicanos contamos con el derecho de recurrir a las candidaturas independientes en el ámbito federal a raíz de la reforma aprobada en el Congreso de la Unión en 2011 que les permite registrarse como aspirantes  en las elecciones locales de cualquier estado de la República y sin la intervención de ningún partido político.

Siendo participe de los procesos electorales, incursionando como aspirante a algún cargo de elección popular. Para los comicios federales de 2015  estará ya incluido en la boleta electoral el recuadro correspondiente a estas candidaturas.

En México, nuestra Constitución en su artículo 35 establece los derechos del ciudadano, siendo uno de ellos “poder ser votado para todos los cargos de elección popular”. Acorde a esta disposición se encuentra la Convención Americana de los Derechos Humanos de la cual México es parte desde el año 1981, la que en su artículo 23, numeral 1, inciso b, establece que: Todos los ciudadanos deben gozar de los siguientes derechos y oportunidades: de votar y ser elegidos en elecciones periódicas, autenticas, realizadas por sufragio universal (…)

La figura de las candidaturas independientes representa una oportunidad para quienes no están de acuerdo con los partidos oficiales o no tenga afiliación a algún instituto político. Sin embargo, debe señalarse que los candidatos independientes que no cuenten con un gran padrino que financie su campaña,  no tienen posibilidades de ganar y sólo contribuirán con la democratización del sistema.

¿Cuánto cuesta una campaña? Debemos tomar en cuenta que el financiamiento de una ésta es complejo, delicado e importante, pues sin este recurso no se llega al tan deseado puesto público.

Una campaña electoral exige un presupuesto previo, de lo contrario será un esfuerzo estéril. Es importante considerar que una campaña ordenada deberá considerar los siguientes puntos: Giras del candidato (movilidad, hoteles, comidas etc.), apoyo logístico, publicidad, encuestas, servicios de prensa, distribución de folletos u otros medios similares, además de otras variables.Una campaña político-electoral es un esfuerzo organizado, llevado a cabo para influir en la decisión de un proceso en un cierto grupo.

Es importante definir la figura de las candidaturas independientes, establecer los reglamentos secundarios para vigilar que el financiamiento privado no sea obtenido de actividades ilícitas como el narcotráfico o el crimen organizado, lo que abriría las puertas a todos aquellos grupos delincuenciales a nuestra democracia.

En teoría, quienes proponen candidaturas independientes normalmente lo hacen porque consideran que los institutos políticos ya no son funcionales como medios de elección. Los partidos deberían ser organizaciones ciudadanas, no ajenas a la sociedad misma de donde emergieran los candidatos, miembros distinguidos de la sociedad. No debiera haber diferencia entre un candidato independiente y uno de partido político pues lo que se busca son hombres y mujeres honestos con valores, honestidad y actitud de servicio para sacar adelante al país.

Ahora bien, una campaña electoral cuesta y si el candidato no tiene  suficientes recursos para financiarla, habrá quien se la pague; no sin antes negociar acuerdos y mutuos compromisos candidatos que puedan llevar a corromper al diputado, senador, presidente municipal o gobernador electos.  Sólo aquellos que cuenten con mejores recursos económicos para llevar una campaña bien planeada, con el personal operativo correspondiente y adecuado, serán los que mejores resultados tendrán y con ello la posibilidad de ganar.

Los partidos políticos se han desprestigiado a sí mismos con negociaciones oscuras y acuerdos que realizan tanto con el poder como con otros grupos de interés. Por eso, considero que al final de cuentas, las candidaturas independientes son una utopía y no resolverán los grandes problemas de nuestro sistema electoral, la fiscalización será aún más complicada para los independientes si no se establecen reglas comunes de elegibilidad, además de que si en cada estado se va a normar de diferente forma será obstáculo para su viabilidad.

 

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Germán Molina Carrillo

Abogado, notario y actuario por la Facultad de Derecho de la BUAP; doctor en Derecho por la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Es director fundador del Instituto y del Centro de Ciencias Jurídicas de Puebla y de la Revista IUS; autor de más de siete obras jurídicas, ponente, moderador, comentarista, y conferencista.