Reforma Educativa, ¿amnesia histórica?

  • María Teresa Galicia Cordero
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“Hay que tomar en cuenta las condiciones

complejas y heterogéneas

 del trabajo docente en todos los países

de América Latina, antes de adoptar

 intervenciones parciales hacia una nueva

 profesionalidad docente “

Emilio Tenti Fanfani.

Era urgente aprobar la Reforma Educativa, y el Presidente y los legisladores lo hicieron posible. Es interesante observar como algunas decisiones son inaplazables, y otras más, como en muchos casos de justicia, pueden  pasar años y hasta décadas y nunca se resuelven. Además, queda la duda si se ha contado con la información necesaria para analizar estás reformas o bien como lo han estado haciendo la mayoría de los legisladores, existen otro tipo de intereses y sólo atienden las órdenes que su partido o el gobernante les dicte, algo sumamente preocupante en un país en donde se pregona que existe la democracia.

Nunca se ha mencionado si en el diseño de esta Reforma existió  una base concreta, un diagnóstico sobre la realidad educativa de México, que permitiera diseñar estrategias oportunas y eficaces para apoyar a los maestros en las condiciones particulares de las escuelas en las que desempeñan su labor docente. Ante la  urgencia de aprobar la reforma podríamos pensar que  el gobierno y los legisladores, “han comprado novedosos paquetes de bienes, servicios y modelos educativos” es decir, soluciones “efectivas” que ya han sido probadas y hasta rechazadas en sus países de origen. Vale preguntarse, aún ahora,  si se han estudiado con total apertura y profundidad los resultados que han tenido diversas experiencias de medidas de evaluación del desempeño docente y han considerado  los probables efectos de su aplicación en nuestro país. El trabajo docente es una labor cultural e intersubjetiva, de allí su complejidad. (Rockwell, 2013)

Antonio Viñao (2002) señala que existe una retórica trasnacional común a todas las reformas,  todas hablan del fracaso de  reformas anteriores y la necesidad   de adecuar la educación a los tiempos recientes: “Hoy la reforma educativa representa un mejor futuro para la niñez, una gran esperanza para los padres de familia, así como estabilidad laboral, igualdad de oportunidades y la posibilidad de crecer para los maestros” (Peña, 2013).

 Si  bien hay que hacer  adecuaciones por la evolución de las sociedades modernas,  estas se hacen y fracasan por su amnesia histórica .Es decir, se reinventa la escuela y la docencia sin tomar en cuenta todo lo caminado hasta  ese momento; además los procesos son largos y una reforma no se consolida de la noche a la mañana.

Así también, es necesario señalar si quienes aprobaron la Reforma Educativa   y sus leyes secundarias se han detenido en analizar la incidencia  de las reformas de las leyes en las complejas realidades de las escuelas mexicanas. Elsie Rokwel afirma que en general, es improbable que una ley determine por sí sola la orientación y calidad del desempeño docente en las aulas.

Otorgar todo el peso de la calidad educativa en los maestros, es un equívoco: “El reto es que cada alumno cuente con los conocimientos, valores y capacidades  necesarias para escribir su propia historia de éxito”. (Peña, 2013). El aprendizaje de cada uno de los alumnos responde a los efectos acumulados durante años, a sus trayectorias personales y escolares, el maestro sólo es un factor entre los muchos que se relacionan con los aprendizajes de los estudiantes, el aprendizaje es acumulativo y rebasa el tiempo y el espacio escolar, por lo que no existe una consecuencia lineal entre enseñar y aprender.    

Los maestros están agotados por y de las reformas, considero que  no son tiempos propicios para pretender hacer un borrón y cuenta nueva. Los discursos tratan a los maestros por igual, pero es innegable que en este momento están siendo descalificados y engañados. La calidad del trabajo docente se realiza en condiciones muy desiguales. El docente transita entre las exigencias de un currículo obligatorio producido por agentes externos y las realidades individuales de los siempre diversos estudiantes. Cada maestro  tiene que seleccionar lo más significativo para sus alumnos  en un contexto socio cultural diverso y muchas veces adverso, la sobre carga de  actividades externas le exigen tiempo, tiempo que debería estar destinado a la enseñanza y al aprendizaje. Están  abrumados por la cantidad de programas, distraídos por demandas administrativas y  por agentes de múltiples organizaciones y empresas que llegan a las escuelas. Evaluar con la misma vara a todos, es una injusticia.

Si bien hay maestros que abusan de muchos privilegios y hasta   los presumen,   y a quienes hasta ahora, ningún examen o evaluación del desempeño docente ha cambiado su situación, es   una situación promovida y aceptada desde hace muchos años. Este sistema del cual se quejan (maestros comisionados, faltas injustificadas, plazas heredadas, aviadores, ascensos no justificados, falta de perfil de los ingresos, saltos en carrera magisterial etc.) se fue construyendo   en complicidad con  el gobierno, los partidos políticos y el   SNTE, y  no existiría si se hubiera aplicado en su momento  el sistema jurídico establecido.

Además, lo que ahora critican los legisladores, los locutores de buena parte de los medios de comunicación, los funcionarios y también buena parte de la sociedad civil es resultado de un sistema que ha permitido a través del tiempo, que la corrupción e impunidad haya crecido de esta manera. Las marchas, los plantones, la masificación de los actos es una estrategia heredada de los actos partidistas y gubernamentales en nuestro país, y si bien es necesario buscar otro tipo de estrategias para manifestar la inconformidad de los ciudadanos, hasta ahora, en todos los países del mundo, se siguen utilizando.

Para finalizar, siguen los cuestionamientos vigentes: ¿Cuándo se evalúa y se emplean exámenes estandarizados para jerarquizar los servicios educativos, determinar el ingreso, la promoción y los estímulos y la permanencia de los docentes   logran cumplir con el objetivo de mejorar la educación? ¿Las evaluaciones por sí mismas  logran mejorar la calidad de la educación? Los resultados de investigación muestran que  los resultados a corto y a largo plazo han sido nulos e incluso negativos y que la evaluación por si sola no ha mejorado la educación (Se Yin, 2012), además esos sistemas de evaluación destinan mayores recursos humanos y financieros a evaluar,  que a educar y formar maestros, perdiendo de vista lo fundamental.

Fuentes

  • Viñao Frago Antonio, 2002.Sistemas educativos, culturas escolares y reformas: continuidades y cambios .Madrid. Ediciones Morata
  • Rockwell Elsie , 2013  “La complejidad del trabajo docente y los retos de su evaluación: resultados Internacionales y Procesos Nacionales de Reforma”  en “ La reforma constitucional en materia educativa: alcances y desafíos” publicado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República.
  • Sze Yin Shirley Young, 2012, “A school evaluation policy with a dual character: evaluating the school policy in Honk Kong from the perspective of curriculum leaders” en Educational Management Administration& Leadership, vol 40,num.1, enero , pp 37-68.
  • Gobierno de la República, 2013  Primer Informe de Gobierno. Enrique Peña Nieto

Comentarios::galiciat@gmail.com

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María Teresa Galicia Cordero

Doctora en Educación. Consultora internacional en proyectos formativos, investigadora social, formadora de docentes e impulsora permanente de procesos de construcción de ciudadanía con organizaciones sociales. Diseñadora y asesora de cursos, talleres y diplomados presenciales y en línea. Articulista en diferentes medios.