A China sólo le falta emprender la colonización cultural.

  • Abel Pérez Rojas
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                                      “Agentes secretos culturales

viajan por el mundo proclamando

 las verdades de quienes

los reclutaron”

Abel Pérez Rojas

Después de la Segunda Guerra Mundial los capitales norteamericanos paulatinamente impulsaron y lograron imponer en el mundo su hegemonía a través de tres vías: la económica, la militar y la cultural.

China puja fuerte por ser la primera potencia mundial. Ya lo está logrando en lo económico y militar, falta un principal componente: el cultural.

Hacia la segunda mitad del siglo XX los Estados Unidos y sus aliados lograron que las grandes instancias financieras del mundo marcharan e hicieran desfilar al resto de los países de acuerdo al libre mercado.

En cuanto al segundo componente: militar; sólo la extinta Unión Soviética pudo hacer acotar el poderío bélico estadounidense a través de la Guerra Fría.

La penetración más contundente fue a través del tercer componente: la cultura. Principalmente la radio y la televisión fueron los canales más efectivos para difundir los principios de la cultura norteamericana. Sylvester Stallone, Madonna, Michael Jackson, Arnold Schwarzenegger  y muchos más, fueron los profetas de la bandera de las barras y las estrellas.

Hoy en gran parte del mundo se siguen los cánones de la moda, del arte, de la industria alimentaria, la filosofía y las formas de vida emanados desde Norteamérica, cumpliendo así el proceso de colonización cultural norteamericano.

Pero como Estados Unidos está en declive y China es el más cercano sucesor entonces surgen situaciones inéditas.

Xulio Ríos, director del Observatorio de la Política China e IGADI, en su artículo de la semana pasada “La cultura estratégica de China” (El País), sostiene que a China le falta una ideología de carácter universal que vaya a la par de su expansionismo económico y poderío militar: “A día de hoy, su influencia cultural es limitada y viable sólo y de manera limitada en su entorno más inmediato. Entendida como reto ideológico a Occidente, plantea numerosas reservas. Si su modelo económico, aún singular en muchos aspectos, sugiere la imposibilidad de su traslación automática a otras latitudes, en el orden del pensamiento, también sus especificidades culturales y nuestro distanciamiento respecto a sus claves, dificultan su universalización o siquiera el mínimo mestizaje.”

Posteriormente, Ríos en su artículo remite a “El arte de la guerra” y “Las 36 estratagemas” para comprender cómo podrían ser las características de las rutas para que China empareje el rubro cultural de su expansionismo.

En lo personal considero que difícilmente veremos estrellas actorales chinas haciendo burdas imitaciones de Sylvester Stallone o Arnold Schwarzenegger, como en su momento sí lo hicieron los rusos.

Pienso que la propuesta expansionista cultural china estará impregnada de los valores que pregonaron sus rivales norteamericanos - libertad y tolerancia- mientras no pongan en riesgo a sus verdaderos grupos de poder.

Tampoco podría esperarse que los chinos vayan a democratizar su vida interna, lo que sí puede esperarse es que hagan en apariencia más flexible su política exterior para el establecimiento de infinidad de puentes con las más diversas culturas.

No serán el cine y la televisión los conductos para la expansión cultural china, ahora será Internet.

Quizá los enfrentamientos de China contra los gigantes occidentales de Internet lleven entre otros motivos de trasfondo frenar el avance de su futura competencia, y no sólo -como se ha planteado en estos lares- por temer la libertad de expresión.

Por lo pronto entre los 20 sitios con mayor ranking en Alexa se encuentran 4 chinos: Baidu.com (5º), QQ.com (7º), Taobao.com (13º) y Sina.com.cn (19º).

Se avecinan fenómenos culturales muy interesantes de los cuales nosotros sólo veremos la superficialidad, pero en las cañerías hay agencias de servicios secretos involucradas, compra de acciones con prestanombres de empresas emergentes, hackers, crackers y demás fauna.

Sólo el tiempo nos dirá si China logró asumirse como primera potencia mundial también en el ámbito cultural.

Abel Pérez Rojas (abelpr5@hotmail.com / @abelpr5 / facebook.com/abelperezrojas) es poeta, comunicador y doctor en Educación Permanente. Dirige Sabersinfin.com. 

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Abel Pérez Rojas

Poeta, comunicador y gestor de espacios de educación. Estudió Derecho (BUAP), Maestría en Formación Permanente y Doctorado en Educación. Ha impartido conferencias y cursos de posgrado en instituciones públicas y privadas. Su obra poética consta de cinco poemarios. Es fundador de Sabersinfin.com.