“O todos coludos o todos rabones”

  • Gustavo Santín Nieto

La tecnología es impresionante Gracia. Mientras corrías la distancia oficial de la XXXI edición del Maratón Internacional de la Ciudad de México, pude, a más de seguir la transmisión en vivo vía internet (http://maratoncdmx.com/streaming/), ver en tu sitio de Face. La foto que te tomaron corriendo por el Paseo de la Reforma, en la que destaca el tono de tus tenis que coincide con color de la playera oficial; escuchar los comentarios sobre el maratonista de Tanzania que en 1968 llegó en último lugar, todo maltrecho y con un hombro dislocado, presenciar el arribo del atleta marcado con el número 1933, Raúl Pacheco, Perú, primer lugar varonil 42 K (“Todos somos Incas, todos somos Mayas”), y de la corredora Gladys Tejeda, Perú 2:37, primer lugar femenil, enterarme, por voz del cronista, que los corredores arribaban “por la puerta antigua de maratón, con la que se inauguro el estadio olímpico en 1968”, ver la ceremonia de premiación de los triunfadores del los 21 kilómetros. Por la mañana, funcionarios del Instituto del Deporte del Distrito Federal señalaban que habían puesto todo su empeño, tu dirás, para que este maratón se convirtiera en una “experiencia única para corredores, espectadores, voluntarios y vecinos”, que recibieron del comité olímpico de Grecia la flama olímpica y que las competencias de Atenas  y México son las únicas que encienden el pebetero con las dos flamas, la olímpica y la del maratón. Por cierto que la Queta Basilio que conocemos, cercana por Manuel, tuvo nuevamente el honor de encender el pebetero  y que participarían en la justa, 4 atletas Raramuris -Tarahumaras-(http://www.jornada.unam.mx/2013/08/25/index.php?section=deportes&article=a13n1dep&partner=rss). El App (https://www.marcate.com.mx/live/SPTMCAR1367953536) “para seguir a tu corredor”, nunca funcionó Gracia.

 
De las escaramuzas a la confrontación social. De la razón a la sin razón. De la negociación al engaño y a la insurgencia magisterial. De la simulación y el fraude, a la exigencia de certidumbre. Del uso del derecho al abuso de la burocracia. De los acuerdos a la imposición. Del acto protocolario formal al madruguete legislativo. De los caprichos a la imposición. De la soberanía de la Cámara de Diputados, delegada, a la soberanía popular, que acredita. Del abuso mediático al hartazgo ciudadano. Cuestiones que hoy por hoy Gracia, resaltan, cuando, y dale la cantaleta de la evaluación educativa, la autoridad formal, el gobierno de la República, cede a los chantajes del poder real que ejercen los dueños del dinero -nacionales y extranjeros- convertido en capital.
 
Cierto que el gobierno requiere mejorar la calidad con que se brinda el servicio público en materia educativa, veraz que la sociedad demanda acabar con los usos y abusos, que al amparo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores la Educación (CNTE), comete una cantidad impresionante de vividores del sector educativo, innegable que se debe acabar con el mal uso de los recursos públicos en el que incurren autoridades locales, al utilizarlos, por ejemplo, para el pago “trabajadores y trabajadoras de la educación”, comisionados a tareas diferentes a las del sector educativo,  al financiamiento de campañas políticas, al pago del gasto corriente –nomina local-, diferente de la etiquetada. Absoluto que el gobierno de la Nación deba recobrar la rectoría administrativa del aparato educativo cedido, por los siglos de los siglos, voluntariamente al SNTE, pero de ahí a que se culpe a las maestras y maestros –a los que si laboran- de todos los males habidos y por haber, hay un gran trecho de diferencia.
 
Indiscutible que se debe evaluar a todos por igual, pero a todos, aún aquellos que nombrados por facultad del ejecutivo desempeñan una función que les es ajena, incluido el responsable de una falta ortográfica manifiesta en la fracción VI del artículo 10, página 12, de la iniciativa de Decreto que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de la Ley General de Educación signada por “Enrique Peña Nieto, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos” (VI.- Las instituciones de los particulares con autorización o con reconocimiento devalides oficial de estudios), lo mismo que a quienes servidores públicos, incumplen con las funciones que les han sido encomendadas, al igual que, también, a los particulares que ejerciendo una concesión cual monopolio, anteponen sus intereses particulares por encima de los de la sociedad.  “O todos coludos o todos rabones”, Gracia.
 
Imprescindible que en aras de un interés social, se optimice un servicio que redundará tarde o temprano, en el logro de mejores condiciones de vida para la niñez y para la sociedad mexicana en general. Necesario Gracia, como insiste José Luis Velásquez Báez, mentor de maestros, partir de la definición de un modelo educativo nacional que precise los objetivos y alcances que se pretenden lograr, que señale que estrategias se deben utilizar, que establezca  metas y  acciones de manera ordenada, que se elabore con la participación de todos los actores interesados, incluidos los ahora denostados como maestros disidentes, planes y programas, que obligue al cumplimiento de lo que se acuerde y establezca, lo mismo a los actores en las aulas que a las autoridades de diferentes ámbitos y niveles, a particulares, a gremios y evitar la copia, el plagio de modelos educativos extranjeros y los dictados de los organismos internacionales. Requerimos Gracia, un modelo educativo con identidad propia.

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Gustavo Santín Nieto

Poblano por elección. Profesor Educación Primaria, licenciatura en Economía UNAM y Maestro en Administración Pública INAP Puebla. Asesor de SEP en varios estados. Miembro SNTE. Dirige IUP y Coordina la AUIEMSS