A unos días de que el Presidente Enrique Peña Nieto entregue su primer informe de gobierno, podemos hacer un balance de lo que han sido estos nueve meses desde el regreso del PRI a Los Pinos así como de los retos y metas que la administración federal se ha trazado.

Diversos son los temas que se encuentran en la agenda pública federal, las reformas estructurales son el principal eje de la actual administración y su principal capital político.

A días de tomar el poder, el gobierno federal conformó el "Pacto por México" ente que agrupa a los líderes de los principales partidos políticos con la finalidad de cabildear previamente las reformas y poder aprobarlas en el pleno sin mayores conflictos, de ésta manera encontraron mayoría la reforma educativa la cual sigue sin reglamentar y esto aunado a las marchas de la CNTE, ahora apreciamos que el problema de Elba Esther era menor y la de telecomunicaciones que dio al traste con el apagón analógico. Éste pacto terminó otorgándole un papel protagónico a los opositores al régimen y minimizando el papel constitucional del Congreso de contrapeso al Ejecutivo y representante de la voluntad popular.

En cuanto a la economía, el fomento a la creación de empleos ha ido a la baja, ésto lo podemos apreciar en el aumento de la población que se refugia en el economía informal en búsqueda del sustento familiar. Los indicadores macroeconómicos que tanto presumió

Calderón y presume el PAN no son favorables para la actual administración.
Uno de los asuntos de mayor importancia para el ciudadano promedio es el aumento de la violencia y la lucha contra el crimen organizado, de acuerdo a cifras extraoficiales desde el arribo de Peña a la presidencia se han contabilizado más de 13 mil ejecuciones relacionadas con el narcotráfico. La ola de violencia a pesar de verse disminuida por los medios de comunicación oficiales sigue en ascenso y sin una clara estrategia para combatirlo ni acabar con él, con todo y las detenciones de grandes capos.

Así también se debe poner énfasis en temas propios de la administración pública federal, como el es asunto de la Ley de Transparencia que muestra un claro retroceso en materia de rendición de cuentas.

Estos son algunos de los problemas a los que el gobierno federal debe encontrar pronta respuesta, si es que quiere refrendar un Congreso fuerte para las elecciones intermedias de 2015; sin embargo, hoy debe enfrentar a los docentes inconformes con la reforma educativa, la resistencia por parte de la oposición a la propuesta energética así como una reforma político-electoral que no sería benéfica para los planes priístas.

Peña Nieto a menos de un año en el gobierno, se encuentra probablemente en el momento más crítico ya que la reforma constitucional a los artículos 27 y 28 determinarán el futuro de la administración. Si la reforma energética del presidente es aprobada por los Senadores y Diputados pero desaprobada por la sociedad a la que dicen representar como hasta ahora se ha visto, se encontrará con un gran problema de gobernabilidad.