Cuando el río suena es que agua lleva, dice el popular refrán respecto de que cuando las voces, los rumores y comentarios sobre un asunto crecen al parecer sin fundamento, asunto que se ha visto reflejado esta semana luego de que la senadora Blanca Alcalá y un tal Edgar Salomón Escorza fueron balconeados para suceder a Pablo Fernández del Campo y el resto del Comité Directivo Estatal del PRI en Puebla.

Para nadie es un secreto que luego de la derrota a varios grupos políticos les urge un cambio en la dirigencia y a más de tres les interesa que no lleguen ni se conserven quienes han sido los responsables del fracaso, es decir, los ineptos, por que además de los traidores, que dicen están enlistados, hay ineptos, gente sin capacidad para hacer ganar las elecciones

Y dijo Pablo que quienes osan pedir su cabeza y adelantar elecciones en el tricolor son: desubicados, desorientados, desmesurados e intolerantes, a manera de una breve muestra de la riqueza de lenguaje del diputado electo, aunque sea plurinominal, sin esfuerzo llegó a la curul.

Y le faltó decir, a manera de compendio del diccionario en español, que además de todo eso, también son despistados, exagerados y en un descuido, hasta nazis, por que el nazismo y el racismo son dos de las actitudes consideradas más intolerantes.

Una semana antes el líder de los trabajadores de la CTM dijo que César Camacho ya tiene la lista de los traidores, antes de irse de vacaciones el delegado Moreno Peña apuntó en el mismo sentido y ahora Pablo reitera el asunto de la "lista".

Por qué don Pablo no denuncia también a los ineptos, a los incapaces, a los flojos, a los que no hicieron bien su campaña, a los que no quisieron invertir recursos propios y de pasada a los infiltrados y a los dueños de la verdad que no dejaron acercarse a quienes tenían proyectos exitosos para hacer ganar a los candidatos.

Sin duda la responsabilidad de Moreno Peña es la más alta, pero en segundo lugar es Fernández del Campo el culpable de no haber escogido a los mejores candidatos y no haber coordinado las acciones en favor del triunfo electoral.

Por eso tienen razón quienes quieren su cabeza, por eso los grupos, Estefan, Dóger, Lastiri, se mueven e impulsan a sus favoritos para conseguir la dirigencia del PRI, pues es muy posible que de ahí salgan los nuevos liderazgos, hombres y mujeres que quieran enfrentar al gobierno estatal y busquen revertir lo que parece imposible.

Curiosamente en el PAN se reformaron los estatutos para que sea la base, los militantes quienes elijan a sus dirigentes y candidatos, y aquí en Puebla, Pablo Fernández del Campo y quienes lo apoyan siguen pensando en las decisiones cupulares.

Mientras tanto los priístas mejor valorados reciben invitaciones para sumarse a los proyectos triunfadores, los de Puebla Unida.

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