“El juego del Dragón…”

  • Juan de Dios Andrade
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Frente al fortalecimiento registrado por Madero en razón de las elecciones, Calderón juega con Margarita Zavala la única carta viable que le queda. Hay que reconocer que la señora tiene buen cartel y goza de mucha simpatía entre los panistas, al igual que en otras latitudes partidistas y sociales. Con las recientes maniobras de Juan Manuel Oliva, queda claro que el escenario panista se conforma al modo de un triángulo. El futuro de la dirigencia nacional estará en manos de uno de los tres y la sucesión panista se encimó con la negociación de las reformas y el presupuesto 2013…

De un lado, quedaron peleando Cordero y su coordinador hasta llegar al desgaste en que se encuentran. Del otro, Madero sabe que no basta con las buenas noticias del 7 de julio para sostenerse: necesita sumar a más grupos y la presión del sector tradicional del PAN va en el sentido de que, si quiere que lo respalden, debe mostrar mayor autonomía de vuelo y separarse un poco más de don Máximo. Han sido muy cuidadosos de no mezclar su juego estratégico con la dinámica interna de Puebla para no contaminarlo, porque saben que la situación entre el poblano y sus adversarios panistas ya no da para más y porque carecen de una opción presidencial propia para 2018. Aunque van en pos de consolidar al menos una, por el momento el más fuerte es don Máximo. No van a tensar las cosas, con el riesgo de que todo reviente, por si hubiese un acuerdo con él al no haber otra opción en la hora clave…

El escenario de la negociación ya está cantado de antemano: si los tradicionalistas tuviesen éxito en buena parte de sus planes, negociarán con don Máximo y el tema de Puebla será esencial. Pero si no, negociarán dejando lo anterior en lugar secundario y buscando una solución intermedia…

Hasta ahora, el mensaje de don Máximo sigue siendo el mismo: “en cualquier acuerdo, las cabezas no se salvan”. O si se prefiere: “Pídanme lo que quieran, menos el poder”. Sabe que mientras el escenario no se modifique, van caminando por la segunda vía del desenlace…

“La Esposa del Chaparrito…”

Calderón sigue una hoja de ruta en dos versiones muy bien delineadas: impulsa a Margarita para la presidencia del partido con la intención de que permanezca tres años, consolide su liderazgo en las estructuras y de ahí brinque a la candidatura presidencial. Si no fuese así, el otro camino, menos deseable, estriba en hacerla crecer tanto que, aunque perdiese, entre en la Cámara de Diputados y desde ahí asuma el papel de una especie de líder legislativo para ser la interlocutora con el Presidente y el resto de los grupos y partidos políticos. Si lo lograse, Margarita llegaría al 2018 con una fuerza digna de respeto. De una forma o de otra, Calderón intentará plantar frente a don Máximo una alianza tan viable y poderosa como la que él está armando desde Puebla…

No hay que olvidar dónde se ubica el ex presidente ni que fue parte de la Comisión Trilateral. Seguramente está rearmando sus relaciones y estando candente la reforma en materia de hidrocarburos, podría dar una sorpresa en el escenario internacional. Claro que la gente que formó el polo tecnocrático de Salinas también sabe cómo moverse en ese terreno, en el cual los panistas han logrado poco por cierta necedad…

“El aceite de Oliva…”

En los hechos, Juan Manuel Oliva parece convencido de que la fragmentación al interior del PAN es de tal magnitud que no será fácil que alguno de los dos grandes polos en disputa logre aglutinar aliados y prevalecer. El ex gobernador apuesta por el disgusto de las estructuras panistas tanto contra Madero como contra Calderón, por lo ocurrido en años recientes. Con paciencia se ha dedicado a tejer alianzas con todos los que se sienten lastimados o hechos a un lado por la dirigencia nacional y durante el sexenio de Calderón. Confía en lograr que su proyecto no sea de resentidos y aprovecha que él tiene un índice de rechazo muy bajo entre los panistas. Las divisiones entre los panistas podrían agudizarse más por la simple dinámica de la lucha por el poder y Oliva buscará ganar en medio de esa difícil confrontación que se avecina…

Oliva sabe que el panismo tradicional ha tenido malas experiencias con los grupos de sus dos competidores y espera que, en la disputa, él quede en condiciones de sellar un pacto con ellos para ganar la presidencia del PAN. En tal caso, sería el mediador entre los bloques nacionales y don Máximo para los acuerdos relativos al 2018…

De suyo, el juego de Oliva se basa en la confianza. En una situación de polarización, sería el más confiable para todos. No es el clásico doctrinario pero tampoco es un pragmático impredecible y sin honor…

“El tablero del poder…”

El forcejeo por las reformas pendientes ha ido subiendo en intensidad. Para Peña Nieto se ha vuelto indispensable “amarrar” desde ahora las reformas y ha enviado a Videgaray y a Osorio Chong con ese objetivo. Esto revela el profundo temor que tiene de que sea don Máximo el orquestador del escenario en el cual se acuerden las reformas y el nuevo presupuesto. Los gobernadores, entre ellos los del PRI, juegan con el cronómetro para sacar más beneficios y eso favorece los planes del poblano. Si don Máximo llegase a la dirigencia de la CONAGO sin que la gente del mexiquense haya finiquitado los pactos para las reformas, sin duda el primero se llevará las palmas al lograrlo y ello implicará “jalar” a Madero nuevamente a su órbita o llegar a una mesa de negociación más favorable con Calderón o con Oliva. Es una etapa de crucial y de mucha debilidad para el Presidente y una oportunidad para el de Puebla. Estamos cerca del desenlace…

Si don Máximo quedase como el artífice de las condiciones para los cambios que México necesita, podría adquirir una talla nacional e internacional que requiere todo aquel que desee ser presidente…

Peña Nieto se encuentra doblemente presionado: por la comunidad internacional y por los intereses de grupos nacionales, incluyendo a los de su propio partido. Las tensiones al interior del otrora monolítico grupo Atlacomulco no se han hecho esperar. Al establecer una alianza con el polo de Salinas, tuvo que desplazar a lo que quedó de la vertiente de Carlos Hank. Ya vimos que en Baja California, al hijo le negaron la candidatura y el nieto movió sus cartas contra el PRI y de manera abierta…

Para acabar de completar el cuadro, la refriega se intensificó en el espectro de las izquierdas. En las columnas y declaraciones de sus figuras más representativas se están enviando claros mensajes acusándose de traición por el caso de las reformas. La lectura del PRD va en el sentido de que el tabasqueño podría ser el gran aliado de Peña Nieto en su búsqueda de consensos para lograrlas. Hoy le recuerdan a López Obrador que sostuvo que no las respaldaría. Es obvio que, de paso, buscarán frenarlo porque sería contradictorio que se sumase al Presidente en algo así. Al parecer consideran que si el de Tabasco diese un mal paso, podrían anularlo como fuerza “moral”…

Sin duda a Peña Nieto le habría gustado gobernar en la época dorada del PRI, pero la situación dista mucho de ello. Sabe que en la negociación tendrá que ofrecer más y podría quedar atrapado entre el extremo de las reformas y el del presupuesto 2013. Ese escenario inestable para el Presidente, es el que buscará aprovechar don Máximo…

Hasta entonces…

Comentarios: confinespoliticos@yahoo.com

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Juan de Dios Andrade

Politólogo. Analista político y asesor. Especializado en historia y política mexicana, geopolítica y geoestrategia, Historia de las ideas políticas, teoría política y análisis de escenarios. Autor de la columna Confines Políticos