¿Cuántas ciudades más como Detroit?

  • Abel Pérez Rojas
La semana pasada dio la vuelta al mundo la declaratoria de bancarrota de Detroit

“La soberbia de la abundancia demerita

los ejercicios prospectivos

que sal van en situaciones  de crisis”

Abel Pérez Rojas

 

Detroit fue una de las ciudades más importantes de Estados Unidos y fue símbolo de la industria automotriz mundial.

Más allá del azoro, es importante aprender de la desgracia financiera de Detroit, porque en otras ciudades del orbe se comparten características con la otrora metrópoli.

Para que tengamos un panorama mayor de la situación que se vive en la orgullosa “ciudad del motor” es ineludible resaltar la estratosférica deuda pública que asciende a 18,000 millones de dólares y la considerable disminución poblacional de esa demarcación. En 1950 Detroit tenía 1.8 millones, actualmente se calcula una población de alrededor de 700,000 habitantes.

Más de la tercera parte de la población vive por debajo de la línea de pobreza y el desempleo alcanza el 18.2%.

La también capital del Condado de Wayne fue una ciudad que envejeció, porque los jóvenes decidieron buscar mejores horizontes. La emigración ocasionó fraccionamientos, barrios y edificios completamente abandonados, se calcula que hay 78,000 edificios vacíos y más del 40% del alumbrado público no funciona.

El escenario dantesco de la ciudad más grande de Michigan se resume de manera magistral en un grafiti que luce en lo más alto de uno de los edificios captado por la BBC: “Bienvenidos a Zombilandia”.

Pero la situación trágica de Detroit no se generó sola, ni de la noche a la mañana.

Durante años se acumularon actos de corrupción pública y privada que en tiempos de abundancia no se resintieron porque eran tantos los ingresos que los hoyos financieros eran imperceptibles. Por otra parte, el posicionamiento y crecimiento de las automotrices orientales y alemanas fueron dejando atrás a las grandes empresas norteamericanas, precisamente las que tenían como sede Detroit.

Durante los tiempos dorados de la industria automotriz se descuidaron otras áreas de producción y del saber, con ello dejaron en la orfandad el desarrollo tecnológico y científico alternativo.

La recesión de los últimos años de los Estados Unidos fue la estocada a la economía de Detroit.

En su tiempo Detroit era el ejemplo perfecto de la ciudad capitalista exitosa ¿en el siglo XXI será el caso perfecto de una ciudad que desapareció por llevar los vicios del capitalismo al extremo?

La bancarrota de Detroit es preocupante no sólo en sí misma, lo que verdaderamente aterra es la posibilidad de que sea sólo el primer signo de la podredumbre que viven los Estados Unidos y su inminente caída ante otras potencias mundiales como China y Alemania.

Las ciudades y países que han apostado al crecimiento económico sin desarrollo humano tendrían que aprender sincera y humildemente del caso Detroit.

Por ejemplo no debe soslayarse que en el caso de México la industria automotriz representa el 3.6% del PIB y que nuestro país ocupa el octavo lugar entre las naciones que más fabrican autos.

En el supuesto caso de que la experiencia Detroit se replicara globalmente, se vivirían situaciones álgidas en algunas ciudades de los estados mexicanos de: Aguascalientes, Morelos, Coahuila, Estado de México, Sonora, Chihuahua, Jalisco, Guanajuato, San Luis Potosí y Puebla.

Los gobernantes que tienen bajo su responsabilidad ciudades o estados con fuerte presencia automotriz deberían ajustarse a una estricta austeridad republicana y destinar los recursos públicos en proyectos que generen riqueza para beneficio de sus pueblos.

Abel Pérez Rojas (abelpr5@hotmail.com / @abelpr5 / facebook.com/abelperezrojas) es poeta, comunicador y doctor en Educación Permanente. Dirige Sabersinfin.com. 

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Abel Pérez Rojas

Poeta, comunicador y gestor de espacios de educación. Estudió Derecho (BUAP), Maestría en Formación Permanente y Doctorado en Educación. Ha impartido conferencias y cursos de posgrado en instituciones públicas y privadas. Su obra poética consta de cinco poemarios. Es fundador de Sabersinfin.com.