La detención del Z-40

  • Atilio Peralta Merino
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De  manera  por  demás  gentil,  Hortensia Cristerna de Angles  , decidió recabar por la vía del facebook  la opinión de  un servidor  en relación con la crónica escrita por   Cristopher Sherman para Associated  Press  y difundida por Luis A. Chávez de la fundación “Isaac Guzmán Valdivía”.
 
Crónica que retrata la vida en Nuevo Laredo, Tamaulipas a raíz de la detención de Miguel Ángel Treviño, el Z-40; “… y en mi vida me he visto en tal aprieto”,  dijera Lope de Vega, dado que  tengo tan sólo meras referencias de una lectura obligada sobre el tema, la crónica y estudio del periodista australiano Peter Robb sobre la Mafia: “Sicilia a la media noche”
Me parece formidable la manera en que en la crónica de los hechos  a cargo de Cristopher Sherman , se  entrelaza con el diagnóstico tanto de la composición social y el estado subjetivo anímico de la población de Nuevo Laredo,  el análisis  de la  composición y posicionamiento estratégico de los cárteles del narcotráfico.

Ciertamente es previsible el inicio de una lucha entre los aspirantes a suceder al Z-40 aún cuando empieza a perfilarse el liderazgo de su hermano Omar, por una parte,  así como por la otra,  un posicionamiento de ventaja en la plaza por parte de los integrantes del denominado “cártel de Sinaloa”.

En situaciones como éstas lamento mucho que Eduardo Valle, uno de los grandes promotores de la lectura de “Sicilia a la media noche” por cierto , se nos haya adelantado en el camino;  dado que  él  estudió a fondo  durante varios años de su vida la composición del “cártel del Golfo”, raíz de origen de los “Z” del cual se escindieron en fechas posteriores,  y seguramente en mucho nos ayudaría su preclaro entendimiento a entender a cabalidad las implicaciones de la detención de Miguel Ángel Treviño, alias el Z-40.

En alguna ocasión, cabe destacar que el Coronel Humberto Barrera Ponce, de negro historial en la denominada “Guerra sucia” de los años 70, habría destacado la estrecha relación entre los oficiales de capitanía de puerto en Matamoros con don Juan N. Guerra, considerado el origen primigenio del denominado “Cártel del Golfo”; pista,  sobre la que un conocedor profundo de la antropología social forense podría indagar muchas cosas, en virtud de la destacada participación de la Marina Armada de México en la detención de Miguel Ángel Treviño.

De don Juan N. Guerra por su parte, se llegó a decir que retuvo y conservó  en su poder durante muchas décadas  el rifle empleado por Lucien  Starr el 22 de noviembre de 1963 en Dallas,  habiéndose  adueñado del arma al momento en que  ayudó a éste a atravesar la frontera mexicana.
 
De Robb he leído tan sólo un  formidable artículo en el que hace la comparación entre la novela de Guiseppe Tomasi di lampedusa : “El Gatopardo”  y la cina de Luchino Visconti  del mismo nombre  inspirada en  aquella ;  contrastando a su vez  el resultado de dichas comparaciones con la  vida diaria siciliana azolada por el terrorismo mafioso de “Toto” Rina,  cuya cubertura informativa corriera a cargo en su momento  del propio reportero nacido en Melbourne.
 
La criminalidad organizada fue enfrentada en Italia con la acción  decidida del fiscal Giovani Falconi , cuya última aparición en pública habría sido la concerniente a las formidables conferencias magistrales que impartiera en el auditorio “México” de la Procuraduría General de la República, ya que  a su regreso de nuestro país,  un coche bomba lo hizo volar por  cielos de Siracusa.
 
Después de tan terrible tragedia,  la Policía italiana localizó y detuvo a “Toto” Rina,  tal y como en los días que corren la Marina Armada de México ha detenido a Miguel Ángel Treviño, el tristemente célebre Z-40.
 
A raíz de la detención de Salvatore Rina, se ventiló en Italia la acción judicial más grande de la historia a la que se conoció con el emblemático nombre de “Maxi-proceso” y  en la que fueron sometidos a la acción de la justicia  no sólo los principales “capos” italianos, sino los jefes policiacos y los mandos políticos que les brindaban protección, así como los financieros y los hombres de negocios que sirvieron de testaferros a aquellos.
 
Agotado incluso  el denominado Maxi-Proceso, durante toda la década de los 90 los magistrados de Milán comandados por el Juez Antonio DiPietro llevaron a cabo la denominada operación “Mani Pulite”,  mediante la cual se ventiló ante la justicia el financiamiento  ilícito de las más diversa fuerza políticas de Italia, viniéndose abajo un  sistema política que habría sido consolidado con la expedición de la Constitución de 1947 con la que, por lo demás,  se diera plan vida a la República Italiana.
 
Lamentablemente, el temor a una hecatombe frenó la acción de la judicatura de Milán con lo que se le abrieron las puertas del Palacio del Quirinal a Silvio Berlusconi y,  con ello , a la restauración plena del poder mafioso en Italia.
 
“Un soneto me manda hacer Violante” dice Lope de Vega, y  carente incluso de herramientas tan básicas como sería la obligada lectura de “Sicilia a la media noche”,  desconozco del todo si entre nosotros podrían abrirse perspectivas similares a las vividas en Italia  tras la detención de “Toto” Rina;  tesitura que me obliga a declarar  ante la solicitud formulada por la vía del facebook “que en mi vida me he visto en tal aprieto”.
 
sandrini2006@hotmail.com

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Atilio Peralta Merino

De formación jesuita, Abogado por la Escuela Libre de Derecho.

Compañero editorial de Pedro Angel Palou.
Colaborador cercano de José Ángel Conchello y Humberto Hernández Haddad y del constitucionalista Elisur Artega Nava