Dice Sartori: “El discurso sobre la democracia de los antiguos es definitivamente simple, el discurso sobre  la democracia de los modernos, es complejo. En él se distinguen tres aspectos. En primer lugar, la democracia es un principio de legitimidad. En segundo lugar, la democracia es un sistema político llamado a resolver problemas del ejercicio del poder. En tercer lugar, la democracia es un ideal”.

El domingo anterior las y los ciudadanos en el estado de Puebla, vivimos un proceso electoral muy importante; se decidió el rumbo de Puebla para los próximos casi cinco años con la elección de 217 presidencias municipales, 26 distritos uninominales y 15 plurinominales para conformar 41 diputadas/os locales que integran el Congreso del Estado.

Me ha tocado vivir muchos procesos electorales, cada uno con sus propias características, cada uno inmerso en un contexto diferente; sin duda cada proceso electoral es distinto, sin embargo, esta jornada intensa que recién vivimos, merece ya, que la verdadera militancia priísta,  hagamos algo más, por rescatar a nuestro Instituto político en Puebla.

Lo comento porque sigo creyendo que no hemos sabido ser una oposición digna en nuestra entidad desde la pérdida que sufrimos en el 2010 y muchos ejemplos vienen a nuestra mente, aún sabiendo que muchos de ellos, iban  a causarnos mayores descalabros.

Rescato dos: la reforma a la Ley electoral del estado de Puebla y  la posterior  conformación del Instituto Electoral del estado, ambos aprobados por unanimidad -por cierto- por todas y todos los diputados de los grupos parlamentarios representados en el Congreso local, que diseñaron el camino a seguir en este proceso electoral.

Conforme transcurrió la etapa de las campañas políticas, la autoridad responsable, fue señalada por voces diversas que acusaban una gran opacidad de esta autoridad. El deterioro de su imagen a la conclusión del proceso está a la vista.

El listado nominal estatal fue de 4 millones 66 mil 805 votantes, distribuido en 217 municipios, 26 distritos, 2 mil 617 secciones, mil 466 son urbanas, 753 rurales y 398 mixtas, de este listado nominal el Instituto Electoral del Estado (IEE) reporta que salieron a votar 2 millones 185 mil 193 ciudadanos/as.

Y puedo señalar los resultados obtenidos en los 31 municipios del distrito federal 13 con cabecera en Atlixco, que actualmente represento: 16 municipios ganados por la Coalición Cinco de Mayo (PRI-PVEM), 7 municipios serán gobernados por la Alianza Puebla Unida, 5 fueron ganados por el PT, 1 por Movimiento Ciudadano y 2 todavía están en espera de resolución en el Instituto Electoral del estado.

Este distrito federal electoral tuvo un listado nominal de 234 mil 126 personas, de las cuales el PREP reporta que votaron 121 mil 314 ciudadanos/as.

Tendremos todavía que esperar la etapa jurisdiccional para confirmar resultados, sin embargo, la ciudadanía expresó a través de su voto, qué partidos políticos se convertirán en gobierno en febrero del próximo año, y todos los que somos militantes de alguno de ellos, tenemos la responsabilidad de acatar la voluntad ciudadana.

Como refería al inicio de mi colaboración “(…) la democracia de los modernos, es compleja.  (…) la democracia es un principio de legitimidad. (…) la democracia es un ideal” me parece que en el estado de Puebla todavía hay mucho que hacer.

En el PRI seguimos teniendo un gran pendiente, una tarea que no abordamos desde la pérdida del gobierno del estado en 2010,  aquel momento, exigía enfrentar esa nueva etapa que empezaríamos a vivir en la vida política de Puebla;  recomponernos, reconstruirnos, analizar con sentido crítico los factores externos e internos que nos llevaron a esa pérdida, pero no hicimos la tarea; y hoy, el PRI en Puebla deberá con responsabilidad, con entereza y madurez asumir los resultados obtenidos el domingo anterior.

Por ello urge hacer la tarea; analizar con sentido crítico, pero también con una severa autocrítica, los factores externos e internos que han conducido a mi partido político a este momento y esto pasa por todas y todos, y por todo.

No es necesario un gran esfuerzo, a estas alturas y a tres años de nuestra derrota anterior, muchos de estos factores están a la vista, Esta historia que se está escribiendo del PRI desde hace tres años en Puebla, no es la historia que se merecen las/os priistas que han depositado su confianza en nosotros en los 217 municipios, ellas y ellos verdaderamente han padecido la falta de visión social y de respuestas a sus enormes necesidades; de ahí que es el momento de colocar por encima de nuestros intereses individuales y de grupo, los intereses de nuestro instituto político.

Esta terrible experiencia nos debe impulsar a construir una nueva etapa en la vida política del PRI en Puebla, me parece que es el momento de hacerlo y a ello estamos convocados quienes nos hemos formado en la militancia del PRI en Puebla.

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